(Por Eva Gutiérrez) Este 11 de julio, se ordenaron allanamientos en comedores, depósitos y locales de organizaciones en la provincia de Buenos Aires.
El propósito del gobierno de Javier Milei, Patricia Bullrich y ‘Toto’ Caputo, con la asistencia del fiscal Gerardo Pollicita, es atacar y destruir las organizaciones sociales. Los medios inundan con denuncias, descalificaciones y acusaciones, que deberán probar, no con indicios sino con documentación fehaciente. Lo único cierto y probado es que el gobierno retenía la mercadería que faltó y falta en comedores y merenderos. Este acopio durante 6 meses llevó a qué la mercadería se venciera, como la leche, los navideños, etc. Sandra Pettovello, ministra de Capital Humano, en forma alevosa, después de ser conminada a entregar la mercadería por la justicia, al día de hoy no cumplió con la entrega a quienes correspondía, desviando la misma hacia las iglesias católica y evangélica.
En diarios se informa que fueron requisadas por la prefectura naval, ordenados por el Juzgado federal de Quilmes a cargo del juez Armella, en el marco de investigaciones de presunta extorsión a beneficiarios de planes. Una de las derivaciones judiciales de las denuncias iniciadas por el Ministerio de Seguridad con lo recabado anónimamente con la línea 134. El despliegue incluyó 50 vehículos, unos 300 efectivos y 5 dependencias policiales y 2 de la inteligencia criminal.
Los allanamientos se produjeron en 24 sedes de organizaciones de la zona sur del conurbano, en las localidades de Florencio Varela, Dock Sud, Gerli, Berazategui, Quilmes y San Francisco Solano. Allanando sedes y comedores del Movimiento Evita, MTR-Histórico, Barrios de Pie, Cooperativa Martin Fierro, La Dignidad, Polo Obrero, FOL y CCC, entre otras. “Se habría encontrado alimentos retenidos, armas, marihuana y documentación que comprobaría la toma de asistencia” y sumaron “en varios centros había alimentos almacenados -algunos vencidos- por lo que se ordenó la notificación a Bromatología bonaerense”, difundieron en un intento burdo de criminalizar a las organizaciones de desocupados con la alevosía de quien pretende ponerles fin, criminalizando y judicializando su lucha.
El propósito del gobierno de Javier Milei, Patricia Bullrich y ‘Toto’ Caputo, con la asistencia del fiscal Gerardo Pollicita, es atacar y destruir las organizaciones sociales. Los medios inundan con denuncias, descalificaciones y acusaciones, que deberán probar, no con indicios sino con documentación fehaciente. Lo único cierto y probado es que el gobierno retenía la mercadería que faltó y falta en comedores y merenderos. Este acopio durante 6 meses llevó a qué la mercadería se venciera, como la leche, los navideños, etc. Sandra Pettovello, ministra de Capital Humano, en forma alevosa, después de ser conminada a entregar la mercadería por la justicia, al día de hoy no cumplió con la entrega a quienes correspondía, desviando la misma hacia las iglesias católica y evangélica.
Es necesario enfrentar estos ataques, en las calles con una respuesta de todas las organizaciones piqueteras en primer lugar. El régimen acusador es el responsable de la pobreza del 55 %, el aumento de la desocupación con miles de despidos más, provocados por la recesión y el parate económico. Es este régimen con sus políticas de asistencia social y economía popular, trabajo precario, emprendimientos, monotributismo y facturerismo el responsable que durante décadas tiene como salida a la falta de empleo que ronda el 10 %. Todas estas políticas que no dieron paso al trabajo fueron un estruendoso fracaso.
Hace falta una salida desde los trabajadores ocupados y desocupados. El reclamo en primer lugar del trabajo genuino, reincorporación de todos los despedidos, una bolsa de trabajo a cargo de las organizaciones, con un plan nacional de obras públicas. Por un seguro al parado equivalente al 80 % de la canasta familiar. Ningún despido, el reparto de las horas de trabajo disponibles.
La integración al Estado, incluso con funcionarios propios llevó a que las organizaciones sociales se coloquen como capataces de los obreros en las Unidades de Gestión, llevó a gestionar el hambre con los escasos alimentos provenientes de la asistencia social del “derrame”. Es momento de retomar el programa histórico del movimiento piquetero, presentar un programa en las nuevas circunstancias, defender los comedores, defender las necesidades en los barrios y posicionarnos en medio de la desocupación y el trabajo en negro. Como ya lo denunciamos, el trabajo en negro aumentará, ya que está consagrado con la ‘Ley Bases’ y ahora reforzado con el ‘Pacto de Mayo’.
Ante la destrucción de las fuentes de trabajo, impulsemos el reparto de las horas de trabajo y la multiplicación de la obra pública. Para que el obrero vuelva a laburar, enfrentando las condiciones de esclavitud social que sufren los obreros que hoy pierden el trabajo. Con esta iniciativa y programa enfrentemos de conjunto la política reaccionaria y antiobrera de Milei hasta derrotarlo.
Fuente: Política Obrera