Este miércoles 27 de agosto murió a los 87 años Raúl Barboza. El acordeonista, compositor y embajador cultural falleció en París, ciudad que lo acogió en 1987 tras una exitosa carrera en Argentina, que continúo en Europa. Su partida deja un gran vacío en la música litoraleña, pero también un legado imborrable que trasciende fronteras y generaciones.

Raúl Barboza nació el 22 de junio de 1938 en Buenos Aires, aunque su familia era originaria de Corrientes.
Así lo recordó el Chango Spasiuk: “Hace casi 50 años empecé a escuchar sus discos en Apóstoles Misiones, para mi generación y para muchas otras generaciones, Raul Barboza siempre fue y será el gran maestro de acordeón en Argentina, el que a todos con su manera y su sonido nos ha invitado a estudiar el instrumento, intentar ser mejores con el acordeón. La vida ha sido tan generosa conmigo, que he disfrutado de sus discos y de verlo en vivo y he tenido el regalo de grabar con él y de girar con él y de dar conciertos juntos en Argentina como en otros lugares del mundo.
Como dijo en su momento Astor Piazzolla hablando de el en una carta a un periódico Frances, para tocar esta música no solamente hay que nacer en la región y en la tradición de esta música, también para tocar así, hay que nacer Raul Barboza!
Hay grandes acordeónistas en la historia de nuestro país, pero ninguno que simbolice y que abarque tanto como Raul Barboza aquí y en todo el mundo, con el debido respeto que se merecen muchos otros músicos de este instrumento, sí tendría que haber un día Nacional del acordeón en la Argentina tendría que ser recordando a este gran maestro que hoy nos ha dejado físicamente, pero su música nos acompañará por siempre”. “Abrazo a su familia”, Chango Spasiuk.
