Historia de Avellaneda

Avellaneda Mi Ciudad

Muchas veces la historia de nuestra ciudad, de nuestra aldea, de nuestro barrio, de nuestro lugar, nos parece de menor importancia.

Mucho más importante es saber qué les pasó a los griegos y romanos hace miles de años o  lo que ocurrió en los llamados países “centrales”, que conocer  los orígenes de ese pedacito de tierra que pisamos todos los días.

Pero, ¡cómo adquiere importancia nuestro lugar cuando nos alejamos por algún motivo!

Entonces recordamos sus lugares, una vereda, alguna esquina, la canchita de fútbol, los olores, las mañanitas, las tardecitas…

Y todos esos recuerdos aparecen mezclados con nuestra historia personal, la barra de amigos, la escuela del barrio, las reuniones familiares.

Proponemos entonces recordar desde este espacio la historia de nuestra ciudad y sus distintos barrios, desde los hechos de importancia nacional, hasta aquellos sucesos  que tuvieron trascendencia en nuestro “pago chico”.

Orígenes del Partido de Avellaneda

En el año 1580 Juan de Garay cruza el riachuelo y se encuentra con una población de indígenas de probable origen guaraní.

Se cree que el trayecto realizado por el fundador de Buenos Aires fue por la actual calle Ameghino, hasta la altura de Crucecita y luego por la actual avenida Mitre hacia la zona de la actual Magdalena.

Este trazado se denominó  “Camino real del Sur” (actual Av. Mitre) y sería la primera ruta hacia las pampas del sur.

Hacia 1611 la zona al sur  del riachuelo  hacia el río Salado  era conocida como “Pago de Magdalena”. Por estos años, posteriores a la fundación de Buenos Aires, se instalaron en la zona pobladores  que fundaron las primeras estancias del lugar.

En 1780 se dividió la zona en tres: Quilmes, San Vicente,  y la isla “Magdalena”.

En 1791 se inaugura el primer puente sobre el Riachuelo  llamado “de Gálvez”.

En 1852  se crea el partido de Baracas al Sur, separándose de Quilmes.

En los años 1861 y 1944  se desmembraban  del partido los actuales territorios de  Lomas de Zamora y Lanús. Respectivamente.

En 1895 Barracas al Sud es declarada ciudad.

En 1904  cambia su antiguo nombre por el de Avellaneda.

El Crecimiento Económico y el Origen de la Dependencia

En tiempos de la Colonia comenzaron a practicarse las llamas “vaquerías”: captura del ganado cimarrón que se reproducía libremente en los campos desde la primera fundación de Buenos Aires por Pedro de Mendoza. Ganado al que se le extraía el cuero y la grasa.

Estos cueros y las lanas que llegaban de otras regiones, se almacenaban en las barracas o depósitos establecidos en la zona, y así comenzó a desarrollarse el comercio y el contrabando. Esos contrabandistas dieron origen a la clase social y económica que posteriormente será la clase dominante en nuestro país.

En 1817 se instaló el primer saladero, iniciándose una primera etapa de industrialización que fomentó el crecimiento de la población y la actividad comercial.

Los saladeros, el comercio de cuero y lanas, las curtiembres y graserías conformaron la actividad económica de esta primera época en Avellaneda.

En 1871 la fiebre amarilla asola Buenos Aires y el Riachuelo está contaminado por los saladeros. Se los acusa de la propagación del mal y se decreta su erradicación.

De este modo, hacia 1888, comienza una segunda etapa industrial en la zona, el Riachuelo se convierte en puerto de ultramar y surge el primer frigorífico: La Negra.

En Barracas al Sur, hoy Avellaneda, se conformó una sólida estructura portuaria que hacia 1900 contaba con la “Estación Marítima” de Isla Maciel, el extenso muelle de la ribera sur del Riachuelo y el “Mercado Central de Frutos” (la máxima barraca del país) con una estructura de tres pisos donde se acopiaban lanas, cueros y cereales, entre otros productos. Había sido inaugurado en 1889 y después de la Segunda Guerra Mundial fue decayendo su importancia para ser cerrado y demolido en los años ´60. Estaba ubicado donde hoy se encuentran las Torres Pueyrredón y el puente del mismo nombre.

Hasta estas riberas llegaban los trenes, “Gran Sud”, del “Oeste” y de “Ensenada”, cargado con los “Frutos del País” que se almacenaban en las Barracas para luego ser embarcados  en los vapores de bandera extranjera con destino a los telares mecánicos y talleres industriales del Imperio Británico y los Estados Unidos.  

Allí en norte, se transformaban en las “ansiadas mercancías” que como países periféricos y dependientes  debíamos luego adquirir. Aquí en el Sur, no obstante, la instalación del primer frigorífico, La Negra, dio inicio a un proceso que modificó la estructura económica de la zona. La radicación casi inmediata de industrias alimenticias, textiles, química, metalúrgica navales, entre otras, trajo como consecuencia un fuerte crecimiento poblacional como así también de vías férreas y otros transportes.

De esta manera, Avellaneda adquiere el perfil industrial más importante del país en la primera mitad del siglo xx.

Las Localidades

Las Quintas de la Costa

El primer antecedente que encontramos sobre el asentamiento en las llamadas “Quintas de la Costa”, es en el año 1619 cuando don Melchor Maciel conformó su estancia y sembró las primeras vides, con que seis años después elaborará los primeros vinos de la región.

Luego los padres Dominicos, instalados en la zona, sembrarán distintos tipos de hortalizas diversificando la producción.

Entre 1840 y 1860 llegaron al lugar los primeros italianos (mayormente genoveses) que se instalaron inicialmente en los bajos terrenos del arroyo Maciel y luego se extendieron hacia los arroyos “Sarandí” y “Dominico” en la franja comprendida entre el Río de la Plata y el Camino Real del Sud (actual avenida Mitre).

Estos italianos y los que posteriormente llegaron, hicieron prosperar sus quintas, en las que producían hortalizas y viñedos.

Otra de las actividades desarrolladas en la zona era la pesca, sobre todo en la margen sur del canal de Sarandí, donde estaba asentada una pequeña aldea de pescadores y cerca de la cual, hacia 1868 se instaló  una  fábrica de aceite de pescado.

Los inmigrantes productores de vid tuvieron que adaptar su técnica al clima húmedo del lugar y realizaron injertos de cepas europeas que dieron como resultado una uva rojo-negra y pequeña conocida como “uva chinche” y que va a dar origen al famoso “vino de la costa”.

También alcanzaron un buen nivel los ciruelos y perales, logrando la variedad conocida como “de la costa”.

La posibilidad de la compra directa en las Quintas de vinos, frutas y verduras atraía a la gente hacia el lugar.

Ya hacia 1950, otro importante atractivo del lugar era la pesca y  recreos populares instalados por lo clubes de fútbol.

Entre los años 1940 y 1960 fue la época de esplendor de las “Quintas” que a partir de allí comienzan lentamente a declinar hasta su agonía.

Muchas fueron las causales: contaminación de petróleo, instalación de empresas que obligaron a los quinteros a ceder su lugar, efluentes industriales en los arroyos…

Hoy en día quedan unas pocas quintas, algunas  reconvertidas a la actividad turística, pero la mayor extensión de sus hectáreas fue convertida, en el año 2018, en la Reserva  Ecológica de Avellaneda (Eco Área), por la Gestión del Intendente Ing. Jorge Ferraresi.

Sarandí

Según nos cuenta Carlos Vignola,  en su libro “Crónicas de Sarandí, 1580-1930”, la palabra Sarandí sería un vocablo de origen indígena que denominaba a un arbusto que crecía en la zona.  Siguiendo esta misma fuente, la primera vez que se utilizó este nombre en un documento fue en 1810 cuando se decide construir el primer puente para cruzar el arroyo y se denomina a la zona: Paraje de Sarandí.

Hacia 1830 comienza a llamarse oficialmente al arroyo como “Maciel” o “Arroyo de Mariquita” (nombre de los dueños de las tierras que atravesaba).

Luego de 1872 el paraje toma el nombre de la estación del tren, que ese año se inaugura como Estación Gral. Mitre, aunque la población sigue llamando Sarandí al lugar.

Por fin en el año 1908 la estación de tren cambia oficialmente su nombre por el de Sarandí.

En 1960 se fijan los límites de Sarandí   y en 1978 se oficializa como localidad.

Luego de muchos años de tratativas de los vecinos  a instancias de la Asociación de Investigaciones Históricas y Sociales de Sarandí y con el apoyo de entidades de bien público, el Poder Ejecutivo Provincial decreta en 1990 la creación de la “Ciudad de Sarandí”

Desarrollo Industrial de Sarandí

La primera industria instala en el actual territorio de Sarandí fue un saladero en1829, propiedad  de don Angel Blanco que estaba ubicado entre las actuales calles, Magán, Campichuelo, Dehesa y Heredia.

En 1836 Don Juan Tomás Ortiz, estanciero y criador de ganado vacuno, adquirió una gran cantidad de tierras en el lugar e instaló la segunda industria de la zona, una grasería. Esta va a funcionar entre las actuales calles San Pedro, Gelly y Obes, la Avenida Mitre y las vías del ferrocarril Roca. Años más tarde, en 1915 se instalará en el mismo terreno “La Sulfúrica” de la firma Bunge y Born. Hoy, en parte de esa zona se encuentra ubicado el hipermercado “COTO”.

En 1881  se radica el matadero de Agustín Utalegui y en 1886 la curtiembre  de Celestino Taberné, a las que les siguieron otras.

Para esta época, Sarandí, había dejado de ser una zona rural y se convertía en una importante región industrial.

Las Pulperías

En 1835 inicia su actividad la primera Pulpería de la zona la de Don Juan Candia, ubicada en las actuales calles Gelly y Obes y la avenida Mitre. Además de ser almacén de ramos  generales y el bar de los parroquianos del  lugar, sirvió de  posta de diversión a la peonada del saladero de Blanco.  

En 1869 se instaló en Agüero (hoy Crisólogo Larralde) y Prudan “Esquina del Tropezón”, pulpería donde también se realizaban cuadreras.

En el año ’90 el almacén de Cabbazza abre sus puertas en Spur y Mitre. Hacia finales de siglo lo hará el bar de “Fogo”.

El Transporte

Desde la Plaza Mayor, Ciudad de Buenos Aires, cruzando el puente del Riachuelo y siguiendo por el Camino Real del Sud (Av. Mitre) transitaban las diligencias y carretas hacia los pagos del sur. Esta ruta era recorrida por las “Galeras” (carruajes de pasajeros) y carretas que hacían sus paradas para comer, comprar provisiones o dormir en las “Casas de Postas”.

El paraje Sarandí tuvo su primer “Casa de Posta” en 1852 entre las hoy calles Belgrano, Acha, la  avenida Mitre y Deheza.

Desde el centro de Buenos Aires hasta la “Posta de Sarandí” había una hora y media de recorrido.

En 1872 los rieles del Ferrocarril de Ensenada surcaban la región hacia el sur, con la inauguración en Sarandí, de la estación Gral. Mitre  en 1874. El tranvía hace su entrada en Sarandí en el año 1905.

Dock Sud

Terratenientes de la zona como Antonio Demarchi y Juan Manuel Núñez, antiguos dueños de las Quintas de la Costa, se asociaron hacia 1888 con el financista español Juan Paul Angulo para conformar la “Compañía Dock Sud de la Capital”.

Su objetivo era interconectar los Puertos Madero  y del Riachuelo, el Mercado Central de Frutos de Avellaneda y la Red Ferroviaria existente en la zona.

Al Mercado Central de Frutos llegaban de distintos puntos del país y por las vías férreas, las materias primas (especialmente lanas) que se exportaban principalmente a Inglaterra.

La “Compañía Dock Sud…” logra en 1888 la concesión del gobierno nacional para la construcción de un canal (Dock Sud) que comunicaría el Riachuelo con las vías férreas en la zona de Sarandí.

El proyecto y la dirección de las obras fueron encargados al ingeniero Madero, quien además trazó los planos para el posterior asentamiento de un pueblo en los terrenos cercanos al canal.

Los trabajos de desmonte y excavaciones se iniciaron el 11 de noviembre de 1889, Fecha que para el historiador Federico Fernández Larrain es la fecha fundacional de Dock Sud.

Ese mismo año se firmaron contratos para realizar varios alargues de las vías férreas existente hacia el futuro canal. Pero el único que se llevó a cabo fue realizado por el  “Ferrocarril de Ensenada”, que unió a la Estación General Mitre (Sarandí), con el “Docke” a lo largo de lo que sería la rivera oeste del mismo y fue habilitado  en 1890.

En 1897 quiebra la Compañía y se hace cargo Antonio Demarchi para su venta o liquidación, logrando al poco tiempo conformar una sociedad con capitales ingleses, quienes tenían grandes intereses en la concreción de las obras.

Queda así conformada en 1898 “La Buenos Aires Southern Dock Company Limited”, cuyo directorio se componía desde Buenos Aires por Demarchi, el Ingeniero Guillermo White (representante del Ferrocarril Del Sud) y Carlos Firts como ingeniero constructor; y desde Gran Bretaña por banqueros ingleses entre los que se encontraba Frank Parish, familiar directo de los Parish que hacia 1824 concreta con el gobierno de Buenos Aires el deshonroso empréstito “Baring Brothers”, que había sido impulsado  por Bernardino Rivadavia, y por el cual nuestro país estuvo endeudado hasta el año 1904, sin haber recibido una sola libra esterlina.

Las obras se reiniciaron en 1889 y recién entre los 1905 y 1914 se habilitó el canal, quedando inconcluso el último tramo que debía llegar a la Estación Sarandí.

“La Buenos Aires Southern Dock Company Limited” acaparó la construcción de las vías férreas del área y  la mayor parte de los terrenos del canal y del pueblo luego asentado allí.

Entre  los años 1898 y 1914 se concreta en la zona las primeras radicaciones industrial. Las primeras empresas en establecerse fueron: La Sociedad de Productos Químicos (su principal accionista era Alfredo Demarchi),  la Usina de la Compañía Alemana Transatlántica de Electricidad (que producirá energía eléctrica para el Partido, en lugar de extender los cables desde la capital. Convirtiéndose de esta manera en fuente permanente de trabajo para el proletariado local). La Anglo Mexicam Petroleum Compay Limited, primera en el rubro petrolero.

Al instalarse la planta industrial “Sociedad General de Productores Químicos”, en 1905 no había todavía un asentamiento mayor a los cien habitantes.

En el año 1909, había 1200 habitantes según el censo, estando ya en funcionamiento dicha planta y avanzando la construcción de la C.A.T. E., Compañía Alemana de Electricidad (con gran desplazamiento de personal), la población comenzó a incrementarse notablemente.

El encargado de trazar el amanzanamiento fue el ingeniero Luis Huergo, habiendo sido considerado éste el mejor trazado urbano de Avellaneda (1889). Como consecuencia del crecimiento barrial se crea la Escuela N° 35 y en 1910 se funda la “Comisión de Fomento del Dock Sud “, instalada en la farmacia de don Atilio Duca. Su primer pedido fue a la Municipalidad la autorización para construir un puente sobre el arroyo Maciel que comunicara directamente el pueblo con la ciudad de Avellaneda.

En 1912 solicita a las autoridades el arreglo de las calles más pobladas, la construcción de desagües, focos de iluminación, provisión de agua corriente. El rellenado de una calle donde transitará el tranvía eléctrico de la empresa C.A.T.E. y además la nomenclatura de las calles.

Esta obras fueron realizadas y un diario de la época, “El Orden”, se hacía eco publicando el avance de las mismas.

Villa Dominico

El “Camino Real” se extendió al sur de Sarandí por orden del Real Consulado de Buenos Aires, y el puente construido para ampliar la carretera de esta zona dio su primer nombre informal al área que lo rodeaba: “Paraje del Puente Chico”.

Patricio Brown instaló un establecimiento industrial, una fábrica de carne salada o saladero, en 1850. Jorge Domínico compró la tierra en 1856. Él vendió una franja de esa tierra a Buenos Aires y al ferrocarril, que se completó en 1872. Los primeros lotes fueron vendidos a colonos el 11 de agosto de 1894. Un terrateniente vecino, Federico Gattemeyer, hizo lo mismo en 1908, y el ferrocarril abrió una estación en Villa Domínico en 1909. Impulsados por una ola de inmigración en la Argentina, el asentamiento creció rápidamente y en 1910 ya estaban establecidos alrededor de 1.100 habitantes.

El Desarrollo Comunitario de Villa Domínico

La Sociedad de Ayuda Mutua fue establecido el 28 de agosto de 1910, y por su iniciativa, el parque de bomberos se inauguró en 1912.

El representante de la ciudad en la Legislatura Provincial, Fabián Onzari, logró tener un plan integral de control de inundaciones para el área aprobada en 1923, y la red de canales y obras auxiliares, conocido como el “Plan de Onzari”, fue terminado en 1929. La ciudad se convirtió en una comunidad con una economía orientada a los servicios en las décadas siguientes.

Wilde

La primera población estable de Wilde data del año1748, cunado los frailes Dominicos se instalaron en la zona y establecieron una chacra conocida como “Estanzuela de Los Dominicos”, dedicándose a las tareas agrícolas y ganaderas.

Cuando en el año 1822 Rivadavia realizó la reforma religiosa, la Estanzuela fue expropiada, aunque en 1835 Juan  Manuel  de Rosas la devolvió a sus antiguos dueños.

En 1761 mientras los Dominicos cultivaban sus tierras comenzaron a pasar por la zona los Blandengues (cuerpo de caballería creado para custodiar la frontera con el indio, rumbo a los pagos de Magdalena. Debido al continuo tránsito de los soldados y sus familias se fue afirmando una senda o camino que con el tiempo se transformó en la actual avenida Mitre wildense.

Durante las invasiones inglesas de 1806 y 1807 Wilde fue escenario del paso de las tropas realistas e inglesa, las que alternadamente acamparon en la Estanzuela de los Dominicos.

En 1810 instaurada la Junta de Gobierno Patrio y a instancias de su secretario Mariano Moreno se promueve la instalación de un saladero y un puerto de exportación de carnes saladas, en la Ensenada. Ese mismo año se dispuso la creación de un camino de Postas hacia Ensenada y la construcción de puentes para el cruce de los arroyos existentes en la zona.

En 1872 se inauguró la línea de ferrocarril de Buenos Aires al Puerto de la Ensenada cuya parada intermedia más importante era  la estación de Quilmes.

En 1884 con la instalación de una Estación de Bombeo para la construcción de la cloaca máxima (a instancia del presidente de la Comisión de Salubridad, don Eduardo Wilde) se solicita  al gobierno una parada del ferrocarril en la zona actual de Wilde, que fue autorizado en el año 1888 como “Parada del Kilómetro 14”, que luego pasará a llamarse Estación de Wilde. Tomando también ese nombre el pueblo establecido a sus alrededores.

Con la Estación ferroviaria comenzó el progreso de Wilde. Se crea el Primer Destacamento Policial, la Primera Estafeta Postal, lavaderos de lanas y cuero, curtiembres y en el año 1897 se crea la Escuela N° 20, cuyo primer maestro fue Salvador Soreda.

En abril de 1905 pasó por primera vez por Wilde el tranvía que unía que unía Barracas con Quilmes.

En 1931 comienzan las obras de lo que sería el Hospital Vecinal de Wilde.

Después de largas gestiones realizadas por la Comisión Pro Ciudad de Wilde, en el año 1975 se la declara ciudad.

Piñeiro

Don Francisco Piñeiro y Cerqueiros  era un inmigrante llegado de Galicia hacia fines del siglo XVII. El y su familia eran importadores de caballos de tiro pesado (que mejoraba la raza caballar del país) y poseedores de una gran fortuna.

En 1858 su hija Trinidad Piñeiro heredó lo que se llamó la “Quinta Grande” que comprendía la zona que desde el Riachuelo hasta la actual avenida Hipólito Yrigoyen.

En esa época el Riachuelo tenía aguas límpidas y  sus orillas estaban pobladas de árboles frondosos y la “Quinta Grande” era un lugar de descanso.

Parte de los terrenos heredados fueron vendidos al Ferrocarril Sud que construyó un puente sobre el Riachuelo y la Estación Barracas (ex Avellaneda – actual Darío y Maxi), inaugurada en 1865.

Desarrollo Industrial

Las vías férreas y la navegabilidad del Riachuelo hicieron de Piñeiro una zona propicia para la radicación de industrias.

En 1880 nacen dos industrias: la Jabonería de Antonio Morando y la S.A: Talleres Metalúrgicos de (Rezzónico y Ottonello), que fabricaban tornillos, vigas y repuestos para ferrocarriles. La misma sería más tarde la empresa metalúrgica más importante de Sudamérica, con 300 máquinas instaladas  y posteriormente pasa a ser Metalúrgica San Martín (TAMET), hoy Ferrun.

En 1886 inició sus actividades la fábrica de cajas fuertes “La Invulnerable” y en 1892 la de clavos y alambres “La Perseverancia”.

En 1890 al construirse el terraplén de las vías del Ferrocarril Oeste. Piñeiro quedó geográficamente divido en dos.

El 10 de abril de 1893 Trinidad Piñeiro presentó el plano de amanzanado y lotes a la Municipalidad de “Barracas al Sur”  y es esa fecha tomada como fundacional.

Hacia 1910, centenario de nuestra Patria, Piñeiro tenía las calles de tierra, no había servicio de riego y los animales estaban sueltos.

A partir de la delineación del pueblo comenzaron a instalarse curtiembres y lavaderos de lanas,

En 1897 se instala el servicio de alumbrado público con la instalación de nueve focos de sistema eléctrico- voltaico y en 1911 se instala el agua corriente.

Hacia principios de siglo se siguen radicando grandes  industrias metalúrgicas (Metalúrgica Bary, Spinola y Nocetti, La Unión Industrial, La Compañía Fosforera y la Cerealera Tetamanti, entre otras.

Al mismo tiempo crecía la población en su gran mayoría proletaria y entre la que se entremezclaban criollos e inmigrantes  europeos. Comenzaron así a generarse instituciones  en donde  ésta población se nucleaba. El club social y deportivo más antiguo de Piñeiro, fue “El Progresista” de 1902. Las familias pudientes se reunían en “Regatas de Avellaneda”, desde 1910.

Por esos años se crea también en “Centro de Comerciantes y Propietarios de Piñeiro”, “La Sala de Primeros Auxilios” y corren los primeros tranvías eléctricos y se instalan los primeros teléfonos.

Hacia los años ’60 del siglo XX comenzó a decrecer la actividad comercial de zona Este, actual calle Lebenshon y se inició el crecimiento de la zona Oeste, actual Avenida Galicia.

Para la misma época se registra un cese de la actividad industrial: cierran Gurmendi, Conen, La Lanera, Gálvez, curtiembres y muchas empresas más.

Desarrollo Cívico y Cultural

Hacia el año 1915 había en la zona 9 escuelas primarias. Dos hermanos tuvieron un importante desempeño en el progreso cívico del pueblo. Juan Najurieta que en el año 1912 es nombrado jefe de la oficina de “Correos y Telégrafos”, y Alfredo Najurieta en cuya casa se instaló en 1915 el “Primer Registro Civil”.

Ambos hermanos dirigieron los dos primeros semanarios locales: “Democracia” y “La voz del Comercio”.

Dos teatros abren sus puertas en la avenida Galicia, entre 1913 y 1915, “La Mosca” y “El Porvenir”.

En el año 1913 se inaugura el Hospital Pedro Fiorito y más tarde la Maternidad Isabel Fiorito de Bianchi. El edificio del hospital fue financiado por los hermanos Fiorito, llevando el nombre de su padre.

Algunas publicaciones dan relevancia al periodismo local, el semanario “Nueva Vida” dirigido por Morfino Riera y el órgano de difusión mensual del “Centro de Comerciantes y Propietarios de Piñeiro”. El primer periodista de la zona fue Domingo Cullen.

Las familias Tetamanti y Pienovi contribuyeron con la instalación de las escuelas N° 28, del jardín de infantes N° 901, del “Dispensario Maternal” y del Club “Sol Argentino”.

En 1937 se crea la Sociedad de Fomento “Presidente Avellaneda”, a instancia de Francisco Duca.

Asimismo, la familia Fiorito es la impulsora de la Sociedad de Educación Popular “Bernardino Rivadavia”, en 1938 y de Parroquia Nuestra Señora del Rosario, en 1940.

Un capítulo aparte merece “Veladas de Estudio después del Trabajo”. Esta institución de bien público nace en 1921 con la unión de dos Bibliotecas ya existentes, la “Alberto de Diego” y la “Carlos Guido y Spano”. El propósito seguido por sus forjadores era darles instrucción y formación a los obreros y empleados  después de sus horarios de trabajo.

“Veladas”… inicia sus actividades con 300 libros y cursos de dactilografía, corte y confección, dibujo técnico y ayuda escolar primaria para niños y adultos.

Con el tiempo se transformó en una de las instituciones que más participó en la vida cultural de Avellaneda.

Auspiciando en su pequeño escenario, conciertos, muestras de artes plástica. Teatro y  títeres.

Poe su sede pasaron maestros  de la música como: Ariel Ramírez, Jaime Dávalos, Rodríguez Faure al frente de la Sinfónica de Avellaneda. Artistas plásticos de la talla de Spilimbergo, Soldi, Forne, y en su escenario actuaron las  compañías de teatro independiente: “Del Pueblo”, “La Máscara”. “Nuevo Teatro”, “Siembra y TEA (Teatro experimental de Avellaneda).

Así también la compañía de títeres “Arlequín”, popular entre los niños de Piñeiro. En el año 1966 la biblioteca de Veladas…ya contaba con 10.000 libros y 120 lectores diarios.

Gerli

En el siglo XVII tierras de la zona fueron adquiridas por  Pedro Rojas y Acevedo, para la producción de cueros y grasas.

Entre 1825 y 1855 la zona es  conocida como “Paraje del Ombú Preciado”. Así figura en el Censo mandado a realizar por el Gobernador Juan Manuel de Rosas, el 19 de febrero de 1838, contando con una población rural de unas 90 personas.

El primer asentamiento de importancia sería el llamado Pueblito Echenagucía, hoy Villa Echenagucía, al lotearse los terrenos de la Quinta “Los Sauces” de Mariano Echenagucía a partir del 17 de diciembre de 1894, por lo que la Villa Echenagucía es el barrio más antiguo del Gerli actual.

Hacia el año 1900 Antonio Gerli era el dueño de gran parte de las tierras y  solicita fraccionarlas. El 30 de marzo de 1909 el Concejo Deliberante de Avellaneda aprueba el loteo y se considera esa fecha como la de su fundación.

La estación de ferrocarril data del 16 de mayo de 1910, como “Parada Gerli”, adoptando el nombre oficial de Estación Gerli el 4 de enero de 1913.

Gerli. Sarmiento y De la Serna 1920

Av. Mitre y Montes de Oca Año 1905
Estación Barracas al Sud (Avellaneda) Hoy Estación Dario y Maxi
Plaza Alsina. Al fondo el hoy el Centro Municipal de Arte y la antigua Catedral. Aprox. año 1900

Laila  Linares

Fuentes consultadas: Archivo General de la Nación / Archivo Histórico de la Biblioteca Municipal de Avellaneda. “El partido de Avellaneda, 1580-1890” de  Torassa, Antonio  / “Avellaneda” de Federico Fernández Larrain / “Crónicas de Sarandí 1580-1930” de Carlo Vignola / “Dock Sud, Un Sentimiento” de M. Teresa Pikulski y Oscar F. Orquiguil / “Centenario de Piñeiro” (Edit. Gafisurar).