La Caja Nacional de Ahorro y Seguro y SOMISA fueron dos empresas estatales históricas, entre muchas otras, arrebatadas al pueblo argentino en los años 90, durante la presidencia de Carlos Menem.
Sufrieron una campaña de desprestigio por parte del gobierno corrupto y entreguista y de los cómplices medios de comunicación: “ineficiencia” y “pérdidas económicas para el Estado” vociferaban.
La opinioón pública fue coptada por estas ideas, mientras las grandes empresas monopólicas y trasnacionales afilaban sus dientes.
La Caja erta una entidad auttárquica y con autonomía presupuestaria que no daba pérdidas. Era “el banco del pueblo”, donde ahorraban y aseguraban sus bienes los sectores populares. Además, tenía una jugosa cartera de clientes que la hacía líder del mercado del seguro. Y ahí se lanzaron….
SOMISA, era una empresa siderúrgica creada en 1947 durante el gobierno del General Perón. Formaba parte del Plan Siderúrgico Nacional que impulsó el General Manuel Nicolás Savio y que promovía un desarrollo nacional e independiente para la Argentina, en línea histórica con las ideas del General Mosconi, impulsor de YPF.
En 1991, Jorge Triaca, ministro de Trabajo de Menem, fue designado interventor de la Sociedad Mixta Siderúrgica Argentina. SOMISA fue vendida al 10% de su valor al grupo TECHINT de Paolo Rocca.
Para muestra basta un botón: este es el “modus operandi” del neoliberalismo.
Laila Linares – Agenda del Sur 26/04/2020