Son aproximadamente 4,2 millones de dosis las vacunas que vencieron entre 2016 y 2019, durante el mandato del Gobierno anterior, por lo que nunca cumplieron su cometido de preservar la salud de los argentinos. Fueron encontradas en un frigorífico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el costo de las vacunas desperdiciadas había demandado una inversión de 1400 millones de pesos. Las dosis de vacunas expiradas son antigripal adulto, Prevenar 13, Sabin oral, antipoliomelítica, anticólera y DPT-A, entre otras.
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, a cargo de Juan Cabandié, participó del operativo conjunto con el Ministerio de Salud de la Nación, para el traslado a disposición final de las vacunas.
De las acciones participaron los titulares de la Dirección Nacional de Sustancias y Productos Químicos, Jorge Etcharrán, y de la Coordinación de Residuos Peligrosos, Oscar Taborda; ambas reparticiones dependientes de la Secretaría de Control y Monitoreo Ambiental, a cargo de Sergio Federovisky, de la cartera ambiental nacional. Por parte del Ministerio de Salud nacional, en el día de ayer, formó parte Juan Manuel Castelli, director nacional de Control de Enfermedades Transmisibles.
“Lo que se está llevando a cabo es la extracción de las vacunas vencidas. Es una tarea que lleva adelante el Ministerio de Salud de la Nación y que nosotros, desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, estamos colaborando porque ahora hay que darle disposición final”, afirmó Etcharrán y agregó que “hemos trabajado en todo lo que es la preparación de los trámites pertinentes, para que esto se pueda llevar adelante y las vacunas tengan un correcto tratamiento de ahora en más. Ha sido una gran pérdida para el Estado nacional”.
A su turno, Taborda explicó que “cuando las vacunas lleguen a destino, que es un tratador habilitado, se las va a acondicionar para luego darles una disposición final adecuada. Esto quiere decir que no sigan estando en el ambiente, con la gente, y que no haya peligro de que estas vacunas que están vencidas puedan afectar la salud de las personas”. Asimismo concluyó: “Es muy importante la coordinación de los Ministerios, dado que desde que empezó esta tramitación trabajamos juntos con ellos y realmente pudimos lograr, en tiempo récord, en una situación de pandemia, comenzar con el traslado de este costo innecesario que se le puso a la sociedad argentina, de dejar vencer las vacunas. Ahora estamos resolviendo el problema”.
Las carteras nacionales de Salud y Ambiente concurrieron al frigorífico Oneto y Compañía, ubicado en la calle Solís 1958 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el cual se encontraban las dosis de vacunas expiradas en refrigeración, de los tipos antigripal adulto, Prevenar 13, Sabin oral, antipoliomelítica, anticólera y DPT-A, entre otros. En ese contexto, se desplegaron las acciones para transportar los insumos médicos hacia un establecimiento habilitado para su tratamiento y disposición final, que comenzaron en el día de ayer y finalizarán mañana, en función del volúmen total a trasladar.
Cabe destacar que el Ministerio de Ambiente nacional forma parte del procedimiento —que lidera la cartera a cargo del ministro Ginés Gonzáles García— para asistir en su fiscalización, como autoridad de aplicación de la Ley n.° 24051 de residuos peligrosos, habida cuenta que las vacunas vencidas son contempladas por ese cuerpo normativo como residuos pertenecientes a la corriente Y3 —desechos de medicamentos y productos farmacéuticos para la salud humana y animal— y su manejo debe responder a estrictos estándares logísticos, ambientales y sanitarios. En tal sintonía, como parte de los procesos de control que lleva adelante la cartera ambiental nacional, durante las tareas desplegadas en el día de ayer se verificó que uno de los camiones no contaba con su habilitación vigente, razón por la cual se lo desestimó, así garantizando el cumplimiento de las condiciones necesarias para el adecuado desarrollo del operativo.
Vale recordar que la cartera de Salud nacional denunció el hallazgo de dicha partida de vacunas a mediados de agosto del año en curso, en el marco de haber recibido una factura a nombre del frigorífico por el estibaje de los insumos. A partir del hecho, se constató que habían sido comprados entre 2015 y 2016 y su vencimiento aconteció entre 2016 y 2019. Por otro lado, el costo de las vacunas demandó una inversión de 1400 millones de pesos.
Fuente: Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible