La persecución judicial había sido lanzada -con el objetivo central- de acallar a los medios del Grupo Indalo.

Tras la obtención de la conformidad de sus acreedores, la Justicia dispuso el fin de la quiebra de Oil Combustibles, a la que fue empujada a partir de la asfixia financiera a la que fue sometida durante el gobierno de Mauricio Macri, según comunicó la empresa.  “Hoy podemos decir con orgullo que hemos recuperado Oil Combustibles, la nave insignia del Grupo Indalo”, señala el comunicado.

Al conocerse el fin de la quiebra de Oil Combustibles, Fabián De Sousa, uno de los dueños del Grupo Indalo recalcó que el conglomerado empresario “siempre estuvo a derecho” y contó con lujo de detalles todo el largo proceso de hostigamiento vivido durante el gobierno de Mauricio Macri.

De Sousa: “Los que nos explicaban lo que es la República ahora están prófugos en Uruguay”

En diálogo con Radio 10 De Sousa sostuvo que “el advenimiento es una alegría, tiene un sabor intenso de alegría pero también de bronca y tristeza porque hay 12.530 tipos que se quedaron sin trabajo, tanto directos como indirectos” como consecuencia de la persecución judicial que sufrió el grupo. En ese sentido remarcó que el objetivo primordial de la empresa es “volver a insertar a esas personas a la dignidad del trabajo y que a fin de mes tengan el fruto de su trabajo en su casa” rápidamente.

Invitado por Jorge Rial a su programa, De Sousa contó que “exigían el cumplimiento de cuestiones impositivas que eran un requerimiento de Macri” y señaló que “uno de los éxitos que tuvo Indalo fue no haber sido un parlante de las ideas y voluntad de Macri”.

“Hay buenos jueces, hay buena justicia, aquellos que no accionaron de buena ley son ideológicamente alineados con aquel proceso que perseguía a Cristina Kirchner” señaló y recordó que su socio Cristóbal López tuvo “una reunión con Mauricio Macri en la casa de Franco Macri, donde se le pregunto si sus medios estaban preparados para alinearse políticamente a la persecución a Cristina Kirchner”.

“Nosotros no teníamos ningún elemento para denunciar a Cristina Kirchner de algún ilícito, si lo hubiéramos tenido hubiéramos denunciado”, advirtió De Sousa y señaló que por el contrario “nosotros considerábamos que había un montón de cosas que no tenían nada que ver con el estado de derecho, las medidas que económicas que se estaban tomando no eran para mejorar”.

En ese sentido, criticó a las empresas de medios que “no se portaron bien” y prefirieron ir “a buscar los pedazos”.

A partir de esa negativa de acoplarse al relato dictado por desde la Casa Rosada “nos empezaron a atacar con Oil Combustibles en una nota de La Nación”, recordó.

“Fabían ‘Pepín’ Rodríguez Simón (el primer prófugo del macrismo) nos dijo en 2016 que por no haber llegado a un acuerdo que empezaba la guerra nuclear contra nuestro grupo”, señaló De Sousa y recordó que Orlando Terranova y Mario Quintana “revisaban los números, cuáles eran los negocios que nos habían atacado y se juntaban en la Casa Rosada y empezaban a dividir las cosas”.

De Sousa definió como “degenerados” a los aliados que respondían a Macri contra la compañía y afirmó que éstos “exigían el cumplimiento de cuestiones impositivas que eran un requerimiento” del entonces jefe de Estado.

Las maniobras llevadas a cabo por la parte de la Justicia que estaba en connivencia con el ex presidente logró que “la compañía ya no pudiera concursar y tampoco abastecer sus redes de servicios”, señaló y “lograron el doble objetivo, uno económico y otro político”.

“Yo estoy seguro que delitos no cometí, pude haber hecho cosas bien o mal, pero cuando me tuve que presentar lo hice, nunca cruce el charco para no explicarle a la gente”, dijo en relación a Pepín Rodríguez Simón y concluyó: “Los que nos explicaban lo que era la República son los que ahora están prófugos”.

Fuente: Minuto Uno