Que los medios y la oposición marcan la agenda, no es ninguna novedad. Logran de esta forma imponer los temas menores para ocultar los trascendentes.
En estos días esa tendencia fue masiva, instalaron como temas centrales la reunión en la quinta de Olivos, las zapatillas a 2 mil pesos de Tolosa Paz, o la Profesora de un Colegio de La Matanza discutiendo con un alumno.
De los temas trascendentes ni noticias. Como por ejemplo, la privatización de la costanera, impulsada por el gobierno de Rodríguez Larreta, o el nombramiento de un director apologista de la dictadura militar, en una escuela de la Ciudad de Buenos Aires, o más grave aún el atentado político, intentado matar a un diputado en plena campaña electoral.
Lo insólito y peligroso es que el oficialismo y la mayoría de los dirigentes de ese espacio, hacen propia esta agenda y carecen, salvo excepciones, de la convicción necesaria para imponer la propia.
Incluso, la mayoría de los escasos medios afines al gobierno, tienen como eje central de su comunicación los temas instalados desde el poder mediático hegemónico y la oposición. Es más, los dirigentes de Juntos por el Cambio o Juntos, tienen una presencia permanente, a través de citas, videos o extractos de otros canales. Y superan ampliamente en minutos/horas a los referentes de la fuerza oficialista.
Y como si esto fuera poco, la militancia del “campo popular”, a través de las redes, también reproducen en su mayoría esa vos impuesta y contraria a sus propios intereses.
Así, esta agenda de los medios y de la oposición, se multiplica y se hace general.
Es imprescindible que los espacios políticos que enfrentan al neoliberalismo logren imponer con vigor el discurso propio, será la única manera de romper con el pensamiento único.
Raúl Espíndola/Agenda del Sur