El 21 de Noviembre se conmemora en nuestro país el Día de la Enfermería. La Escuela de Enfermería fundada por Eva Perón en 1948 formó a miles de mujeres y marcó un camino a seguir para el sistema de salud nacional. La Escuela, dio un rol esencial y protagónico a las mujeres que meses habían logrado  que se promulgara la ley de sufragio femenino. Las enfermeras manejaban los autos, las ambulancias, hasta tenían motos, jeeps y aviones con paracaídas por si necesitaban aterrizar en sitios de difícil acceso.

La Escuela, enmarcada dentro del plan de salud pública integral que lideró el ministro Ramón Carrillo (como en 2020, cuando asumió el cargo, Salud era Secretaría y no Ministerio), apuntó a profesionalizar la Enfermería, área en la que hasta ese momento se priorizaba lo caritativo, sobre todo a través de la Sociedad de Beneficencia.

Hasta el año 1946, en Argentina sólo existían 8.000 enfermeras. Pero con la llegada al Gobierno del General Juan Domingo Perón, la puesta en Marcha del Primer Plan Quinquenal en 1947, la creación de la Fundación Eva Perón en 1948 y también la creación del Ministerio de Salud de la Nación de Ramón Carrillo en 1949, ese número se multiplica excepcionalmente hasta llegar a más de 18.000 enfermeras profesionales en 1953, con proyección a 46.000 en los sucesivos años.

Antes, bajo los gobiernos oligárquicos, cuando la Sociedad de Beneficencia dirigía las escuelas, las enfermeras no eran mucho más que sirvientas, sin entrenamiento profesional. Pero gracias a Evita y, sobre todo, a la enorme acción de su Fundación, la actividad se profesionaliza de forma plena. Los planes desarrollados por el nuevo Ministerio de Salud demandan por lo menos 20.000 enfermeras en la primera etapa de atención total a todo el Pueblo Argentino. Entonces, el Dr. Carrillo establece las prioridades del Gobierno en materia de salud constante en las áreas donde es urgente actuar: 1) mortalidad infantil; 2) tuberculosis; 3) enfermedades venéreas; 4) salud mental; 5) epidemias como el paludismo; 6) inválidos y 7) promedio de vida de la población. Es así que Evita quiere profesionales completamente dispuestas, incluso capaces de trabajar en áreas alejadas, sin médicos si es necesario. Las enfermeras aprenden a manejar los vehículos de la Fundación: ambulancias; ambulancias hospitales (cada una con diez camas y una sala de cirugía); ambulancias equipadas para la cirugía de urgencia; jeeps motocicletas; y vehículos para transportar equipos médicos o enfermos. Ya para septiembre de 1950, la Escuela de Enfermeras está totalmente integrada a la Fundación y en 1951 se gradúan más de 5.000 enfermeras.

Por último, con una profunda filosofía cristiana y humanista, en sus folletos la Fundación Eva Perón declamaba: “Esta institución no está regida por el concepto liberal que caracteriza al sistema capitalista, no cree en ofrecer la limosna de las almas que se suponen altruistas; no entiende que va a regalar una ayuda a los pobres que se sienten abandonados por incapacidad o falta de adaptación social “. Las enfermeras, por lo tanto, no se limitan a trabajar sólo en los hospitales. Junto con la Fuerza Aérea participa en campañas contra el paludismo o el mal de chagas. Acompañan a los médicos y asistentes sociales a llevar material de ayuda y médica por el mundo entero, a los pueblos que enfrentan terremotos, inundaciones y otras catástrofes. Algunas hasta dan sus vidas en servicio de la humanidad.

 Emiliano Martín Ayusa / Facebook/ Peronismo/