La Red en Defensa de la Humanidad, saluda los esfuerzos de dialogo emprendidos por la Federación Rusa y Ucrania, con el propósito de procurar salidas negociadas a un conflicto histórico, agudizado en los ocho últimos años y recrudecido por los recientes eventos relacionados con las repúblicas populares de Lugansk y Donestk y la desmilitarización.  Con la certeza de que hasta las más complejas situaciones pueden resolverse en el marco del respeto a la carta de las Naciones Unidas, exhortamos a las partes a mantener esos esfuerzos de pacificación.

Llamamos a los terceros actores, especialmente a la OTAN, a mantener todas sus actuaciones en un marco de respeto a la legislación internacional y los acuerdos previos.  La decisión de desplegar, por primera vez, la Fuerza de Respuesta de esa alianza militar, en los mismos momentos en los que las partes se sientan al dialogo, resulta en un claro boicot a la búsqueda de salidas negociadas y muestra que, al contrario, su objetivo es agredir a Rusia.

Alertamos sobre el despliegue belicista de Estados Unidos en Eurasia y en otras partes del mundo. Ese país, su complejo industrial militar y sus corporaciones bélicas, están afanados, una vez más, en acudir a la guerra y a las ocupaciones con el objetivo de mantener a todo precio su hegemonía en declive, toda vez que se fortalece un mundo cada vez más multipolar. A su vez, la Unión Europea, conjuntamente con Estados Unidos, se ha convertido en parte beligerante y contribuye directamente a exacerbar el conflicto, subestimando que encender la llama de la guerra en su propia zona traerá graves repercusiones para su propia población.

Señalamos que la guerra económica, contempla medidas coercitivas unilaterales que benefician e incluso están lideradas por actores privados, que solo actúan en función de sus propios intereses, es el caso del sistema de transacciones internacionales Swift y otras instancias del sector financiero, que intervienen en operativos de censura, confiscaciones y otras medidas económicas especiales contrarias al derecho internacional y a los derechos humanos de los pueblos afectados.

Denunciamos la censura y los bloqueos a medios y entidades de comunicación, como los que afectan a las agencias rusas RT y Sputnik.  En sentido contrario a su responsabilidad de precautelar el derecho a la información y a la comunicación, la Unión Europea y Estados Unidos, conjuntamente con las empresas privadas, propietarias de aplicaciones de redes, están actuando en contra de derechos y libertades primordiales, tales como la libertad de pensamiento y conciencia que se ven claramente afectadas por la censura.

Alertamos sobre el papel de los medios de comunicación corporativos y transnacionales, que se han convertido en vectores de la guerra.  La información que se difunde está condicionada por la ideología, intereses o planes de quienes la producen y transmiten. Las Armas de Guerra Ideológica apuntan directamente a la desinformación, disparan a la cabeza de los más desinformados, mientras a otros les apunta al corazón y los derrota  explotando imágenes sensibles. En ese marco ganan los prejuicios, la xenofobia, el racismo, el sexismo y otras formas de discriminación.

Llamamos a la ciudadanía a combatir la circulación de las falacias mediáticas.  Cada imagen, cada texto, cada noticia deben exhibir lugar y fecha de su registro, como también autoría, financiamiento y ficha técnica. Debe ser transparente la responsabilidad de su producción y difusión. Es indispensable saber cómo se produjo la información y a qué planes e intereses responden las armas de guerra ideológico-mediática.

Convocamos al mundo entero a defender la paz en todas sus dimensiones. Es hora de pronunciarnos insistentemente por soluciones políticas, en el marco del derecho internacional y la diplomacia.  El avance de la extrema derecha y su posicionamiento estratégico en Ucrania y en otras partes del mundo, pone en jaque búsquedas históricas para lograr una convivencia humana digna.

América Latina y el Caribe, cuya definición como territorio de paz –CELAC 2015- podría inspirar y vertebrar una iniciativa internacional para resolver las inequidades geopolíticas y geo económicas,  llama a los pueblos  a integrarse desde sus propias bases, invita a defender la paz e instituirla como elemento inamovible en las relaciones globales.

Es tiempo de tomar posición por la defensa de la vida y para lograrlo urge una movilización internacional para: frenar a la industria armamentista, limitar los supra poderes que se ha otorgado al complejo industrial militar de los Estados Unidos, a la OTAN y similares. Es inaplazable poner fin al recurso de la guerra como solución para los conflictos. 

Secretaría Ejecutiva de la Red en Defensa de la Humanidad

Fuente:  Resumen Latinoamericano/resumenlatinoamericano.org