Ernesto Adradas era un joven teniente de la Fuerza Aérea cuando combatió contra los aviones que bombardearon la Plaza de Mayo en 1955. Sus acciones permitieron salvar miles de vidas.

La película de Nicolás Dalmasso, se proyectará  en el Instituto Patria este miércoles  a las 18 horas, en Rodríguez Peña 80, CABA. Para concurrir, enviar correo a: patria.eventos@gmail.com

(N de la R).Ernesto Adradas era un joven teniente de la Fuerza Aérea cuando combatió contra los aviones que bombardearon la Plaza de Mayo en 1955. Sus acciones permitieron salvar miles de vidas.

16 de junio de 1955

Ese día, cuarenta aviones de combate, un batallón de infantería con armamento liviano y un grupo de 150 civiles con armas cortas descargaron más de nueve toneladas de explosivos sobre la Ciudad de Buenos Aires, con la intención de derrocar al presidente electo en democracia, Juan Domingo Perón.

La acción del Muñeco Adradas durante esel 16 de junio de 1955 detuvo por dos horas tres oleadas de bombardeo: un tiempo valiosísimo que permitió que mucha gente se pusiera a resguardo. Así salvó a miles de inocentes.

Tras el golpe de setiembre de 1955, Adradas fue preso durante varios meses, juzgado por un tribunal militar y condenado por “haber derribado un avión y hacer proselitismo activo”. El Muñeco pidió el retiro, que le fue concedido en abril de 1956.

El 20 de ese mismo mes, a las 22.30, el Muñeco fue secuestrado en un bar cerca de la estación de tren de Ituzaingó, y le simularon un fusilamiento. Al otro día, unos vecinos, alertados por los ladridos de un perro, lo rescataron en un baldío, lastimado y sangrando.

El historiador Isidoro Ruiz Moreno cuenta en su libro La revolución del 55 que Adradas, “nunca se había pronunciado políticamente en favor o en contra del gobierno peronista”. Adradas, en ese momento, solo estaba siendo leal a los poderes legítimos. Fue después de años de persecuciones, según cuenta su esposa Olga en una entrevista, que comenzó su militancia en el peronismo.

Tras el retiro trabajó como remisero, fumigador aéreo y, más tarde, pudo ingresar a Aerolíneas Argentinas. En sus años de piloto internacional fue protagonista de la resistencia llevando correo clandestino a Puerta de Hierro. Y el 20 de junio de 1973 tuvo su reconocimiento: el General Perón lo eligió como tripulación del Boeing 707 que lo traería del exilio.

Adradas falleció a los 55 años en 1984. A 61 años del trágico suceso, su ciudad natal, Roque Pérez, en la provincia de Buenos Aires, le brindó el primer reconocimiento, reservando un lugar para su memoria en el mismo rancho natal donde naciera Perón. Fue el primer homenaje a un aviador omitido por la historia aérea argentina.

Agenda del Sur