En distintos países del continente gran parte de su población sale a la calle para oponerse a las reformas previsionales, la inflación, la precariedad laboral y la desocupación, entre los temas centrales.

Las principales movilizaciones

Casi tres de los de 68 millones que habitan en Francia volvieron a salir a la calle esta semana, en esta ocasión, denostando a el proyecto de reforma previsional que impulsa Emmanuel Macron.

Casi un millón de británicos reclamaron mejores salarios y políticas contra la creciente desocupación, entre otras demandas

La semana pasada miles de alemanes liderados por agricultores y ecologistas, muchos con sus tractores, se reunieron en la Puerta de Brandenburgo para manifestarle al gobierno de Olaf Scholz su disgusto por los reiterados aumentos en los combustibles y las políticas a favor de la multinacionales que explotan los recursos naturales.

Los sindicatos le anunciaron a Giorgia Meloni que irán a otra huelga que paralizará Italia, también por el encarecimiento de combustibles que afectan a los 60 millones de habitantes.

En España, trabajadores de salud, justicia, aeropuertos, integran una larga lista, de gremios con huelgas en marcha. Esta semana, tanto las Comisiones Obreras, como la UGT y la UNT apuntaron al Palacio de la Moneda, donde sienta sus reales Pedro Sánchez: buena parte de los 47 millones de españoles se quejan de una inflación que superó el 5,8% interanual.

 En Bruselas, unos 25.500 manifestantes participaron de las marchas contra el gobierno belga del primer ministro Alexander De Croo, que impulsa una reforma previsional similar a la de Macron. 

Fuente: Tiempo Argentino