“Para el Gobierno es prioridad central que cada familia tenga una vivienda”. Lo expresó Alberto Fernández en un acto en el día de ayer. Ningún anuncio sobre cómo enfrentar la avanzada de la corte que blanqueo con su suspensión de elecciones provinciales, quien está a cargo. Una triste confesión de que ya no gobierna. La corte suprema decretó, dos días antes la suspensión de las elecciones en dos provincias argentinas. En un acto de clara intromisión en el proceso democrático y en las facultades de las provincias para resolver sus temas electorales. El Presidente no toma, como nunca lo hizo desde que asumió, ninguna decisión de fondo. Su decisión avala lo que decide el partido judicial, aún el fin de la democracia.
Llama la atención la falta de reacción de los espacios políticos nacionales y democráticos para oponerse con medidas de acciones concretas al golpe jurídico decretado. Si no quieren o no pueden hacer nada, lo más honesto, sería reconocerlo, anunciarlo y aceptar que ya no vivimos en democracia.