La joven de 17 años se consagró Campeona Mundial Juvenil de Ajedrez en México, y se convirtió en la primera mujer argentina en lograrlo y de manera invicta.

Candela es de Pilar, y el ajedrez es el deporte que, desde que tiene 5, la ayudó a cumplir más de un sueño. El más reciente: haberse consagrado Campeona Mundial Juvenil de Ajedrez. De esta manera, se convirtió en la primera mujer argentina en lograr ese título y su suma a la lista de campeones que se alzaron en la misma categoría: Oscar Panno (1953), Carlos Bielicki (1959) y Pablo Zarnicki (1992).

Tímida, observadora y sonriente, Candela estuvo en Tecnópolis, durante la despedida que organizó el programa Ajedrecear, que depende del Ministerio de Cultura de la Nación, para ella y dos compañeras que también viajaron a la Copa Mundial para competir contra las mejores del mundo. Candela ganó el campeonato de manera invicta, algo inédito y la primera mujer en lograrlo.

La ajedrecista argentina superó a la costarricense Sofia Mayorga, al colombiano Manuel Hernández, a la canadiense Svitlana Demchenko, a la noruega Ingrid Skaslien, a la armenia Mariam Mkrtchyan y a Krasteva. Y entabló con la kazaja Zeinep Sultanbek, la china Miaoyi Lu, la polaca Barbara Goraj, la india Mounika Bommini y Yip.

El Ministerio de Cultura apoyó desde el primer momento su participación en el Mundial de Ajedrez. La joven, que ya se había consagrado en mayo Campeona de América, logró el último título en la Ciudad de México. Sobre su pasión, compartió: “El ajedrez te ayuda a pensar, se piensa cada cosa que vas a hacer porque va a traer consecuencias pueden ser buenas o malas, después las vas a ir descubriendo, y en la vida es lo mismo. A las chicas que quieren empezar a jugar les digo que se acerquen, que el ajedrez no muerde, que se van a divertir y van a hacer muchos amigos”, alentó a las chicas para que se sumen a practicar el deporte-ciencia”.

El formato de juego de la Copa del Mundo fue a 8 rondas de eliminación directa. Los 50 primeros de la clasificación recibieron un “bonus” en la primera ronda y comenzaron el torneo directamente en la segunda instancia. Todos los encuentros consistieron en dos partidas con ritmo clásico. El ritmo del juego fue de 90 minutos para las primeras 40 jugadas, seguido de 30 minutos para el resto de la partida con un incremento de 30 segundos por movimiento desde el comienzo de la partida.

Fuente: Ministerio de Cultura de la Nación