Ante un posible fallo de la Corte que confirme la condena a Cristina Fernández de Kirchner e impida su candidatura, la expresidenta reapareció con un fuerte discurso contra el “partido judicial” y el poder económico.

Frente a la amenaza de un próximo fallo de la Corte Suprema que confirme su condena en la causa Vialidad, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezó un acto en el que recibió el respaldo de distintos sectores del peronismo, entre ellos el gobernador Axel Kicillof y referentes del massismo. Durante su discurso, arremetió contra lo que denominó el “partido judicial” y llamó a la militancia a movilizarse en su defensa: “soy una fusilada que vive”.
“Bastó que hace una semana anunciáramos una candidatura para que se desataran los demonios”, lanzó, en referencia a lo que considera una maniobra judicial en su contra. El contexto es el inminente fallo de la Corte Suprema que podría derivar en su detención y en la inhabilitación para competir electoralmente este año.
Cristina también cuestionó la selectividad de la Justicia: “Mientras caminen por la calle, libres, los que hicieron el megacanje, los de las autopistas, los parques eólicos… estar presa es un certificado de dignidad. Lo siento de esa manera”, afirmó.
Cristina insistió en la organización de la militancia peronista y la necesidad de “unidad”, un nuevo llamado a cerrar filas de cara a las elecciones. La presencia del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, fue un pequeño gesto en ese sentido. El peronismo atraviesa una profunda crisis, tras el rotundo fracaso del gobierno de Alberto, Cristina y Massa, que implicó para amplios sectores populares un empeoramiento en sus condiciones de vida, mientras los empresarios siguieron ganando, al mismo tiempo que no se investigó siquiera la fraudulenta deuda con el FMI.
Finalmente, apuntó contra la Corte Suprema, a la que acusó de actuar como un escudo del poder económico: “Piensan que, cuando este experimento fracase, no haya nada que lo reemplace. Por eso estamos ante una decisión del Poder Judicial, con la Corte como guarda pretoriana del poder económico”.
Como expresaron en su declaración respecto el tema los diputados nacionales Myriam Bregman, Nicolás Del Caño, Alejandro Vilca y Christian Castillo, una posible decisión de la Corte Suprema que deje firme la condena contra Cristina Fernández de Kirchner —seis años de prisión e inhabilitación perpetua— implicaría su proscripción política.
Esto dado que se trata de una maniobra del Poder Judicial, alineado con la derecha y al servicio del poder económico, para impedir su candidatura como diputada bonaerense. Un ataque que vulnera sus derechos, pero también el de los de millones que la eligen, atentando contra la más amplia democracia: tres jueces deciden quién puede ser candidato.
La causa Vialidad está plagada de arbitrariedades, con jueces y fiscales escandalosamente alineados con el macrismo, ya que la condena nada tiene que ver con combatir la corrupción que sin duda hubo en el negocio de la obra pública en los distintos gobiernos, sino con conformar un régimen político más directamente subordinado a los intereses de la AEA (Asociación Empresaria Argentina). Es la misma Corte que avala el DNU 70/23, la Ley Bases y calla ante la corrupción judicial. Si avanza esta proscripción, será un paso más en el rumbo autoritario del régimen, que más temprano que tarde golpeará a la clase trabajadora.
Fuente: La Izquierda Diario