El tercer censo popular de personas en situación de calle muestra un crecimiento en la población que vive a la intemperie en CABA y desnuda el aumento de consumos problemáticos, el deterioro físico y mental, y la criminalización de las fuerzas policiales.

Cerca de 11.900 personas viven en las calles de la Ciudad de Buenos Aires, casi el triple de los datos que difundió el gobierno porteño, según surge del tercer censo popular. Este trabajo sirve para visibilizar con cifras más reales lo que pasa con esta población que vive de manera crítica y que durante el invierno está necesitando aún más ayuda estatal. Estos nuevos datos permiten entender cómo atraviesan todos los días la pérdida de casa, de trabajo, el deterioro de su salud y cómo sufren distintas violencias.

La crisis económica provocó que muchas personas tuvieran que enfrentar situaciones muy críticas. Algunas no pudieron seguir pagando alquileres o pensiones y de manera precipitada dejaron de tener un techo. La mitad de quienes nos permitieron entrevistarlxs en el censo -cerca del 20% del total- explicó que está en situación de calle por primera vez y el 38% contó que lleva un año o menos viviendo de esa manera.

La población que vive en la calle es principalmente trabajadora:  el 23% cartonea como principal fuente de ingresos, el 29% hace changas y el 10% hace venta ambulante y un 12% que pide dinero. La mayoría de los encuestados nacieron en CABA (45%), el 30% llegó desde la provincia de Buenos Aires, el 16% del interior y el 7% de otros países. Casi el 50% al menos cursó la educación secundaria.       

Vivir a la intemperie, con mala alimentación y sin acceso a los servicios médicos les agravan las condiciones de salud. El 64% de los entrevistados dice que empeoró su estado y la mitad agrega que su situación se deterioró “mucho”. Gran cantidad de estos casos se cruzan con el consumo problemático: el 59,7% asegura que, desde que está en la calle, aumentaron sus problemas con el uso de drogas.

A todo esto, se suma que en CABA crecieron las situaciones de maltrato por parte de agentes porteños: les quitan sus cosas a las personas en la calle, las echan de los lugares donde duermen, las someten a requisas irregulares, a violencia física y verbal, a detenciones arbitrarias. Según los resultados del censo, el 80,7% asegura que aumentó la violencia estatal y señala a la Policía de la Ciudad como la fuerza que más los maltrata (31%) y luego a los trabajadores del Ministerio de Espacio Público de la Ciudad (12%). 

Con el decreto 373/25, el gobierno de Milei modificó la ley que protege los derechos de las personas en situación de calle (27.654) y deslindó la responsabilidad del Estado nacional pasándoles las responsabilidades a las provincias. Estas personas están expuestas a todo tipo de vulneraciones. Para mejorar su situación se necesitan políticas públicas con respuestas interdisciplinarias que actúen ante la emergencia, pero también para que quienes vivir en la calle puedan volver a vivir en otro lugar y sostenerse.

Fuente: Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels)