El Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF) N°1 de Mendoza condenó este martes a 6 años de prisión al exjefe de la Policía Federal Argentina (PFA) Dino Enzo Rossignoli, en esa provincia por los delitos de cohecho y asociación ilícita. El excomisario, quien se desempeñaba como titular de la División Unidad Operativa Federal (DUOF) Mendoza de la mencionada fuerza federal, fue condenado junto a una contadora y un tercer hombre, como integrantes de una organización que vendía dólares de manera ilegal a través de una serie de casas de cambio “camufladas” dentro de joyerías, y realizaba maniobras para darle apariencia lícita al dinero fruto de esta actividad.

Las condenas fueron en sintonía con lo solicitado en su alegato por el fiscal general subrogante Federico Baquioni, integrante del Área de Transición de la Unidad Fiscal de Mendoza, y quien intervino en el juicio. Tal como pidió el representante del MPF, el tribunal condenó a Rossignoli a 6 años de prisión por el delito de integrar una asociación ilícita y cohecho pasivo en concurso real, mientras que sentenció a 1 año de prisión en suspenso a Ezequiel Fernández, empleado de una de las joyerías utilizadas, como partícipe necesario de cohecho activo.
En el caso de la contadora Degregorio, la pena fue de 2 años y 3 meses de prisión en suspenso, cuando el fiscal había solicitado una condena de 4 años y 6 meses de cumplimiento efectivo al considerarla integrante de la asociación ilícita y partícipe necesaria de lavado de activos agravado por la habitualidad.
El MPF sostuvo que el excomisario Rossignoli cumplió el rol de proteger a la organización al no cumplir con la función de prevención y persecución de los delitos cometidos por la asociación ilícita teniendo conocimiento de su existencia.
En procesos de juicios abreviados, el mismo tribunal había condenado en abril pasado a los líderes y demás integrantes de la misma organización tras un acuerdo con la fiscalía. En aquella oportunidad, en total fueron nueve condenas, con penas que fueron entre los 3 años de prisión en suspenso y los 6 años de cárcel efectiva, y multas que en algunos casos ascendieron a los 106 millones de dólares. También se estableció la cancelación de la personería jurídica de las sociedades por acciones simplificadas creadas para estas maniobras junto con el decomiso de dinero y automóviles secuestrados durante la investigación.
El caso
De acuerdo a la acusación formulada en 2024 por la fiscal federal María Alejandra Obregón en su requerimiento de elevación a juicio y probada ahora por el MPF en el debate, existió entre 2020 y 2022 una asociación ilícita integrada por los acusados Rossignoli y Degregorio junto a otras personas, que tuvo por objeto la comisión de distintos delitos, principalmente operar en el mercado de cambio de divisas sin la correspondiente autorización del Banco Central de la República Argentina.
Para ello, instalaron en la ciudad de Mendoza distintos locales que, bajo la apariencia de supuestas joyerías, comercializaban divisas. Para poder abastecer de dinero a estas casas de cambio, se contaba con un grupo de camioneros que habrían contrabandeado oro y joyas desde Argentina hacia Chile, mediante la maniobra de ocultamiento, que luego comercializaban por dólares o euros a compradores del país trasandino, para luego retornar a la Argentina con el dinero obtenido oculto en los mismos camiones. Este dinero era recibido por los jefes de la organización para las posteriores maniobras de cambio de divisas en las joyerías.
Las ganancias obtenidas por estas operaciones de cambio eran puestas sistemáticamente en circulación en el mercado, mediante la adquisición de bienes muebles registrables e inmuebles, la producción de eventos musicales y el alquiler de inmuebles en los que se instalaron locales comerciales que tuvieron como finalidad “blanquear” este dinero. Al mismo tiempo, se constituyeron sociedades por acciones simplificadas con la finalidad de ocultar el origen espurio de los fondos obtenidos y justificar el patrimonio de algunos de los miembros de la asociación.
Dentro de este esquema, la contadora Degregorio se encargó de disimular las ganancias obtenidas por las operaciones de cambio efectuadas sin la debida autorización legal, brindando sus conocimientos profesionales para que el flujo de dinero que ingresaba a la organización pudiera ser utilizado bajo una apariencia de origen lícito, como también de darle la misma apariencia a los bienes adquiridos por los líderes de la organización. Para ello, realizaba diferentes operaciones como inscripciones y presentaciones en la ex Administración Federal de Ingresos Público (AFIP, hoy ARCA), el registro de facturación apócrifa y la constitución de sociedades pantalla, todo con la finalidad de que los activos de la asociación no pudieran ser cuestionados.
Las ganancias obtenidas por estas operaciones de cambio eran puestas sistemáticamente en circulación en el mercado, mediante la adquisición de bienes muebles registrables e inmuebles, la producción de eventos musicales y el alquiler de inmuebles en los que se instalaron locales comerciales que tuvieron como finalidad “blanquear” este dinero.
Por su parte, el MPF sostuvo que el excomisario Rossignoli cumplió el rol de proteger a la organización al no cumplir con la función de prevención y persecución de los delitos cometidos por la asociación ilícita teniendo conocimiento de su existencia. Al mismo tiempo, les alertaba cuando iban a realizarse allanamientos sobre los locales comerciales de su propiedad u otros sitios cercanos para que ese día no se efectuaran operaciones de cambio o se hicieran con cuidado, hasta que los procedimientos finalizaran.
A partir de la investigación, se logró determinar que, al menos entre 2021 y 2022, Rossignoli, en su calidad de comisario jefe, recibió el pago de sobornos por parte de los líderes de la organización para dejar de actuar ante la comisión de un delito y/o poner en conocimiento de las autoridades judiciales la posible comisión de un delito del que tenía conocimiento, con el objeto de brindar cobertura y protección a la asociación ilícita de la que formaba parte.
El blanqueo de las ganancias
Las ganancias obtenidas por las operaciones de cambio eran volcadas en el mercado económico formal de diversas maneras. Una de ellas consistía en la adquisición de bienes muebles registrables e inmuebles. También se detectó que la organización alquiló dos propiedades en las que se instalaron respectivamente un boliche dedicado a la explotación de la actividad bailable y un resto-bar.
La actividad desarrollada en ambos locales, que contaba con autorización estatal, fue utilizada para blanquear dinero proveniente de las actividades ilícitas de la asociación. Entre ellas, se determinó que en local bailable se organizaron por lo menos 15 eventos musicales en los que se contrataron a reconocidos cantantes y DJ’s de renombre.
En estas maniobras, el rol de Degregorio consistió en brindar sus conocimientos profesionales para posibilitar el lavado de activos, como la forma de blanquear el dinero espurio, la inscripción y presentación de las declaraciones juradas pertinentes ante la AFIP, el llenado y presentación de libros contables y la creación de sociedades pantalla, acciones y consejos que les permitieron simular un aumento en la facturación de los locales comerciales de la organización mediante la simulación de ventas, como así también el resguardo de sus bienes personales.
Fuente: fiscales.gob.ar/ / Foto Portada Agencia Noticias Argentinas / redes