El último candidato presidencial del PJ trabaja junto a la CGT para que avance la ley antiobrera. El anuncio de la reforma laboral y la discusión impulsada por el Gobierno ha generado una gran inquietud en la clase obrera. Los trabajadores que se acercan a los dirigentes sindicales reclamando que se rechace el proyecto antiobrero reciben una respuesta unánime: “Que los trabajadores paguen las consecuencias por haber votado a Milei”.

Por Pablo Busch. Una cena realizada en la sede del sindicato de Sanidad (ATSA), que contó con la presencia de los principales popes de la CGT y Sergio Massa, resultó muy clarificadora: el tigrense les dijo a los sindicalistas que él también hubiera decidido impulsar la Reforma Laboral si ganaba las elecciones presidenciales en 2023. “Es ineludible encararla”, soltó.
Además del nuevo triunvirato integrado por Jorge Sola (Seguro), Cristian Jerónimo (Vidrio) y Octavio Argüello (Camioneros), del convite fueron parte Hugo Moyano, Héctor Daer, Andrés Rodríguez, Gerardo Martínez y José Luis Lingieri. Massa les planteó la necesidad de discutir la reforma que enviará el Gobierno al Congreso para las sesiones extraordinarias. Y lo hizo con un pedido especial: que no la rechacen a libro cerrado.
Haciendo propios todos los argumentos del gobierno de Milei, Massa habría planteado: “Hay que discutir la reforma laboral porque tenemos la mitad de la población económicamente activa fuera de la ley de contrato de trabajo”. Para el exministro de Economía, la clave pasa por negociar qué reforma alumbrará el Congreso, pero “no rechazarla de por sí. El debate es ineludible. El mundo vive el fin de la revolucion industrial, la robótica y la IA están cambiando el empleo. Los sindicatos tienen que asumir el debate”.
La recomendación de Massa llega tarde. La CGT ya es parte de la discusión de la Reforma Laboral. Gerardo Martínez (UOCRA) participa desde la fundación del Consejo de Mayo “reformista”. Las negociaciones entre el Gobierno y la CGT ya están en marcha: un equipo cegetista se reunió de manera informal hoy con el secretario de Trabajo, Julio Cordero. El único reclamo de los líderes de la CGT es ser convocados a un diálogo por el Gobierno, donde defender que se eliminen los puntos que afectan la caja de los sindicatos. Los líderes de la CGT incluso anticiparon que presentarán un proyecto propio de “modernización laboral”, con “reforma impositiva incluida”.
Según La Nación, “lo que preocupa al exministro de Economía es la necesidad de ´reconstruir la relación del peronismo con los laburantes´.”. En el fondo, expresó su inquietud por el creciente antiperonismo que se verifica en sectores de la clase trabajadora. Massa incurrió en otro anacronismo: “Actualmente los trabajadores no se sienten representados ni por el peronismo ni por el sindicalismo”, por lo que resulta clave para el partido que fundó Juan Perón practicar lo que definió como “basismo”. Esto es, escuchar, analizar y transformar en propuestas “lo que está pasando en las asambleas”. Massa sabe muy bien que las asambleas que existen en la clase obrera se hacen a contramano de la burocracia sindical, que las rehuye como a la peste. La propuesta de Massa de ‘escuchar a las bases’ no tiene nada que ver con las asambleas, es un llamado a interpretar el voto al gobierno como un aval a la reforma laboral: exactamente el argumento de los trolls de Milei.
La línea política de la CGT hay que seguirla por los gobernadores del Norte, que han apoyado a rajatabla las iniciativas liberticidas. Y que acaban de romper el bloque nonato de Fuerza Patria para cederle la primera minoría de Diputados a La Libertad Avanza. En efecto, más que reunirse con Massa, los capitostes de la CGT están interesados en reunirse con el bloque del NOA, impulsado por el salteño Sáenz.
El debate de la reforma laboral lleva a conclusiones estratégicas. La grieta no es entre Fuerza Patria y La Libertad Avanza, sino entre la clase obrera que rechaza la reforma laboral antiobrera y el establishment político del país que la apoya -en el que revisten Grabois, Massa, Hagman, el Congreso, los Gobernadores y la CGT-. Esa es la delimitación de campos de las próximas grandes luchas.
Fuente: politicaobrera.com/
