La Masacre de Margarita Belén. Se conoce como Masacre de Margarita Belén a la tortura y ejecución de 11 militantes y desaparición forzada de otros cuatro -realizadas en un operativo conjunto del Ejército Argentino y la Policía del Chaco durante la noche del 12 al 13 de diciembre de 1976- en un lugar cercano a la localidad de Margarita Belén, provincia del Chaco.
El ametrallamiento se disfrazó, como era común en la práctica de la época, de un tiroteo fortuito acaecido durante un intento de huida de los prisioneros. El caso fue uno de los más de setecientos tomados en cuenta en el Juicio a las Juntas, en 1985, y por eso se condenó a los miembros de la Junta Militar del Proceso de Reorganización Nacional, Jorge Videla, Emilio Massera y Orlando Agosti. Más tarde, en 1990, serían indultados por el entonces presidente Carlos Saúl Menem, aunque los indultos eventualmente fueron revocados por una corte federal el 24 de agosto de 2007.
Un monumento sobre la Ruta Nacional 11, en el sitio donde se produjeron los hechos, recuerda a los caídos en este trágico suceso.
El domingo 12 de diciembre de 1976, siete militantes de las Juventudes Peronistas detenidos «a la vista» e incomunicados en la Unidad Penitenciaria 7 de la ciudad de Resistencia fueron retirados de sus celdas, con el pretexto de su traslado a la cárcel de máxima seguridad de Formosa. Fueron trasladados en transportes militares a la alcaidía de Resistencia; el exdiputado de la Unión Cívica Radical, Víctor Marchesini, también preso en la alcaidía, informó años después que fueron torturados en el comedor del establecimiento, antes de ser aislados en celdas individuales. Pocos días antes, otros detenidos habían llegado a la Brigada de Investigaciones de Resistencia y luego a la alcaidía, trasladados desde otras cárceles de la provincia de Misiones, a los que también se sometió a torturas y aislamiento.
De acuerdo con testimonios presentados ante la CONADEP, los encargados de la tortura pertenecían al Destacamento de Inteligencia 124 del Ejército al mando del entonces teniente coronel Armando Hornos; los acompañaban agentes de la brigada de investigaciones de la policía del Chaco. Durante la noche se presentó una comisión militar que presentó órdenes de traslado para retirar a 13 de los detenidos; estos fueron entregados y transportados en dos camiones militares, custodiados por un patrullero de la policía del Chaco, hasta un descampado vecino a la localidad de Margarita Belén. El teniente general Ricardo Brinzoni, en declaraciones que hizo en 2001, dijo que “fue una operación militar para eliminar delincuentes terroristas” y que se trató de “un fusilamiento encubierto de detenido que estaban en la cárcel U-7″”.
La versión militar de los hechos indicó que la columna que trasladaba a los detenidos en la Ruta Nacional 11, había sido emboscada mientras que los restantes huyeron. Zapata Soñez es indicado en una comunicación oficial del ejército como uno de los Montoneros que logró fugarse. Sin embargo, la investigación realizada por la CONADEP demostró, de acuerdo con los informes proporcionados en su lecho de muerte por un parapolicial «arrepentido», Eduardo Pío Ruiz Villasuso, que los detenidos no estaban en condiciones de darse a la fuga; uno de ellos, Carlos Zamudio, había recibido días antes la visita de su esposa, que confirmó en declaraciones que por las torturas recibidas no podía siquiera caminar, mucho menos huir. De acuerdo a Ruiz Villasuso, las mujeres fueron violadas, tres de los presos varones fueron castrados, y todos ellos torturados en el camino. Al llegar a Margarita Belén, fueron colocados en varios vehículos y fusilados. Los cadáveres de diez de los muertos fueron llevados al cementerio de Resistencia, y allí enterrados en tumbas cuya apertura había realizado una cuadrilla de soldados el día anterior. Hubo otras novedades. Ese domingo doce de diciembre un helicóptero de Casa de Gobierno inspeccionó la ruta 11. En la nave viajaban los oficiales Facundo Serrano (interventor militar de la provincia), Oscar José Zucconi y Alcides Larrateguy. Su misión era sencilla: ubicar el lugar apropiado donde sacrificar a las víctimas. Veinte años después, las comisiones investigadoras descubrieron el registro donde está asentado el permiso para usar el helicóptero.
El testimonio de Ruiz Villasuso fue grabado a mediados de los años ochenta en la sala de terapia intensiva, ante un médico y un escribano que certificaron su lucidez, y allí falleció por las puñaladas que le asestara un oficial de policía de Chaco, frente a decenas de testigos. El hecho, que tuvo lugar en una hacienda en la localidad chaqueña de General San Martín, tuvo las características de un intento de homicidio por encargo.
Víctimas conforme la sentencia
Detenidos incluidos en el traslado por cuyo homicidio se dictó la condena (9):
Luis Ángel Barco, militante de la Juventud Peronista;
Mario Cuevas, militante de la Juventud Peronista;
Luis Alberto Díaz, militante de la Juventud Peronista;
Carlos Alberto Duarte, militante de la Juventud Peronista;
Luis Arturo Fransen, militante de la Juventud Peronista;
Manuel Parodi Ocampo, militante de la Juventud Peronista;
Néstor Carlos Salas, militante del Partido Auténtico;
Patricio Blas Tierno, militante de la Juventud Peronista;
Carlos Alberto Zamudio, militante de la Juventud Peronista;
Detenidos incluidos en el traslado por cuya desaparición forzada se dictó la condena (4):
Julio Andrés Pereyra, militante de la Juventud Peronista;
Fernando Gabriel Piérola, militante de la Juventud Peronista;
Roberto Horacio Yedro, militante de la Juventud Peronista;
Reynaldo Zapata Sonez, militante de la Juventud Peronista;
Supuestos atacantes por cuyo homicidio se dictó la condena (2):
Emma Beatriz Cabral, militante de la Juventud Peronista;
Alcides Bosch, militante de la Juventud Peronista;
Otras personas no incluidas en este juicio:
Cuatro personas aún no identificadas, que se supone fueron Eduardo “Lalo” Fernández, de Goya (Corrientes), Raúl Antonio Méndez, de Santa Lucía (Corrientes); Dora Noriega, de Gral. San Martín (Chaco); y Tomás Rojas, de El Colorado (Formosa) aparecieron muertas en la zona en días posteriores.
Fuente: Clamor Popular