Nota de opinión de Laila Linares

Mientras la Iglesia Católica “Apostólica Romana” pidió disculpas por haber generado la misa por la paz en la Catedral de Luján, la Iglesia verdaderamente Cristiana, representada por Curas de Opción por los pobres y Curas villeros se reunieron con Cristina Fernández en el Senado para expresarle su apoyo frente al atentado y pedir por la paz.

Ante la insistencia de los medios hegemónicos de comunicación que denominaron inmediatamente a la misa como partidaria con títulos como: “Misa K en Luján: la bronca de la Iglesia con el kirchnerismo por su uso político”, el arzobispo de Mercedes-Luján pidió “disculpas por la confusión que generó la misa por Cristina”.

Increíblemente, antes de la ceremonia, se pidió por la vida de la Vicepresidenta en relación al intento de magnicidio que sufrió y también se dedicó una oración por la salud del ex senador del PRO Esteban Bullrich, quien sufre Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y permanece internado en el Hospital Austral desde el pasado 1 de septiembre.

Pero además, la invitación a la misa se había realizado a distintos sectores de la oposición que decidieron  no asistir. El presidente del bloque del PRO, Cristian Ritondo, había expresado a la prensa: “Recibimos una invitación del intendente de Luján para una misa, pero yo no voy a concurrir, en el bloque no hubo debate pero creo que nadie va a concurrir”.

El cinismo con el que manejan el tema sectores de la oposición y la prensa “canalla” es una muestra de la naturalización permanente de la mentira.  

En el encuentro de Cristina con Curas villeros, Curas en Opción por los pobres y hermanas, religiosas y laicas, no hubo hipocresía ni medias tintas:  el padre Lorenzo “Toto” De Vedia -párroco de la Villa 21-24 del barrio porteño de Barracas- contó a Télam Radio que: “Encontramos a una Cristina muy conmovida y serena a la vez y muy lúcida” y calificó el encuentro como “muy emocionante”. Al mismo tiempo celebró el clima “de mucha familiaridad” en que se desarrolló el encuentro y destacó que pudieron plantearle “lo que nos preocupa” sobre la situación del país. “Son tiempos de pacificar el país, pacificar los corazones, como también Cristina misma dijo”, y agregó que “no se puede afrontar los desafíos que tenemos si el vínculo entre las personas del país es por insultos, agresiones y cerrazón al diálogo”.

Por su parte, la hermana Ana María Donato, de la Comunidad de Aprendices de Jesús de Rafael Calzada, dijo -también en declaraciones a Télam Radio- que el encuentro de ayer fue “histórico” para su vida y “para la vida de los grupos que estuvimos, los curas en la Opción por los Pobres y los curas villeros, curas y hermanas que vivimos en barrios”.

El padre Ignacio Blanco expresó: “Cristina Kirchner para nosotros es un norte, significa esperanza” y añadió: “Es fácil decir ‘el amor vence al odio’. Y muchos me preguntan si eso es posible. Y encuentros como el de ayer con Cristina Kirchner muestran que se puede”, también aseguró que “la gente en los barrios pide que se cuide mucho”.

A su vez, el padre Francisco “Paco” Oliveira dijo que vio a la expresidenta “con ánimo, con fuerza, pero conmovida cuando habla del atentado”. “Hay que cortar con el odio, los sectores políticos tienen que reunirse y dialogar porque si no dialogamos entre los que pensamos distinto no podemos ir a ningún lado”. Al mismo tiempo contó que le acercó a la Vicepresidenta algunas cartas de gente de los barrios y que Cristina le confesó que hace rato no se sentía tan acompañada y contenida.