(Opinión). Este sábado la ministra Tolosa Paz encabezó un misterioso acto -por la falta de difusión previa- en esa localidad, junto a dirigentes del presidente de la nación, como Aníbal Fernández, Santiago Cafiero y Agustín Rossi. La premisa de Albero Fernández de acabar con el kirchnerismo, queda demostrado, es una fuerte intención, más que una simple frase. El espacio de Cristina debería aceptar abiertamente que el enemigo principal está adentro y que son cómplices de la derecha exterminadora.
Estos funcionarios, deberían estar enfocados en la gestión de gobierno, para tratar de resolver el desastre imperante, de la que el presidente y ellos mismos son los principales responsables.
Han decidido -en combinación implícita con los espacios de derecha- oponerse a la reelección de Axel Kicillof en Provincia de Buenos Aires, siendo uno de los dirigentes del Frente de Todos que mejor posicionado se encuentra y siendo la provincia la que puede garantizar el triunfo a nivel nacional.
Pero, lo que más llama la atención, es que estos dirigentes con tanto recorrido político y de gestión, vivan en una “nube de pedos”, (y perdón por el exabrupto), alguien con un mínimo sentido político común -puede creer que los principales responsables directos, de una pobreza de casi el 40 %, una inflación proyectada de más del 100 % y una militancia empecinada para continuar bajo el mandato del FMI, que es el mal de todos los males- puede tener cara y chances para presentarse a una elección. Y más cuando no tienen otra propuesta que continuar el mismo rumbo.
Y como frutilla, no tienen presente que Tolosa Paz, fue quien encabezó la lista del oficialismo, en el 2021, cuando perdieron más de cuatro millones de votos y por ende la elección.
Algún día se cumplirá, el vaticinio de Evita: “la Patria se construirá con las cenizas de los traidores”.
Raúl Espíndola