Pero, la primera declaración de independencia argentina fue impulsada por el estadista rioplatense José Gervasio Artigas, en el denominado Congreso “de los Pueblos Libres” y declarada casi un año antes que la de Tucumán, el 29 de junio de 1815 en Concepción del Uruguay.
Entre sus puntos centrales, la declaración de los Pueblos Libres sostenía un régimen constitucional democrático que garantizaba el voto popular, la reforma agraria, la libertad de culto y el federalismo. Cambios revolucionarios frente a la declaración de Tucumán que defendía la exclusividad de la renta portuaria y los intereses de las elites económicas e ilustradas; y que concebía la independencia como un recambio de cúpulas, de españolas a criollas, la cesión de algunos derechos para el pueblo y una independencia relativa. No obstante estas limitaciones la Declaración de Independencia en Tucumán era imprescindible para continuar la lucha contra la dominación española, como lo solicitaron San Martín y Belgrano, entre otros patriotas.