Al conectar las tres rutas nacionales más importantes de la región, la obra implicará un avance estratégico en el Corredor Bioceánico Norte para movilizar las cadenas productivas, impulsar las economías locales y generar empleo. Como contrapartida Milei acaba de anunciar el fin de la obra pública, lo que impedirá la concreción de obras estratégicas como estas y dejará a más de 250 mil personas sin trabajo.
Luego de las gestiones del Ministerio de Obras Públicas, el Directorio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó el financiamiento para la construcción del Segundo Puente Chaco – Corrientes sobre el Río Paraná, al sur de las áreas metropolitanas del Gran Resistencia y el Gran Corrientes, que comprende 73,7 km de obra y beneficiará a 800 mil personas.
La obra, que será ejecutada a través de Vialidad Nacional, se encuentra en la etapa inicial del proceso de licitación y contará con financiamiento mixto: el BID aprobó un programa de USD 1.000 M para su ejecución, de los que aportará el 70%, mientras que el 30% restante será solventado con fondos nacionales.
Al respecto, Katopodis señaló: “El Segundo Puente Chaco – Corrientes es una obra estructural que hoy tiene la inversión garantizada para el desarrollo productivo, la logística y la conectividad del Norte Argentino.”
Además, aseguró que “después de atravesar muchos procesos para poner en marcha este proyecto, el Gobierno Nacional consiguió este financiamiento internacional de gran magnitud para poder concretar una de las obras públicas más importante de los últimos años”.
Y concluyó: “Esta infraestructura extraordinaria define un modelo de país, reafirmando una mirada de integración y federalismo para el progreso de los argentinos y argentinas”.
La obra consiste en la construcción de un puente atirantado de hormigón de 772 metros de extensión, con dos carriles por sentido de circulación, que unirá las dos márgenes del Río Paraná; y de 5,6 km de viaductos que permitirán el acceso a ambos lados. En este tramo, los trabajos incluirán una nueva conexión entre las rutas nacionales 11 y 12 – en las ciudades de Resistencia y Corrientes, respectivamente – mediante la ejecución de 34,5 km de autopista.
Además, se ejecutarán dos variantes sobre las RN 11 y 12 que permitirán extender y vincular la traza nueva con la RN 16 a la altura de Resistencia y con la RP 5 en Corrientes. En Resistencia, la variante consistirá en una autopista de 20,2 km, mientras que en Corrientes se hará una ruta de 12,6 km. Ambas licitaciones ya se completaron y se estima que los trabajos comenzarán en diciembre de 2023.
“Esta infraestructura extraordinaria define el modelo de país que propone Sergio Massa, reafirmando una mirada de integración y federalismo que solo puede tener el Estado para el progreso de los argentinos y argentinas”, concluyó el Ministro.
La obra conectará las tres rutas más importantes de la región, y representa un avance estratégico en el Corredor Bioceánico Norte para movilizar las cadenas productivas, impulsar las economías locales y generar empleo.
Al mismo tiempo, el nuevo puente agilizará los viajes interurbanos entre las capitales de Chaco y Corrientes, que hoy explican el 70% del tránsito del Puente General Belgrano. También permitirá potenciar el transporte de cargas en la zona, relacionado con la producción agrícola y ganadera proveniente del interior de ambas provincias, y el traslado de insumos para la construcción propios de la región.
El proyecto busca potenciar este corredor que refuerza la vinculación NEA – NOA y brinda interconexión regional al puerto del Atlántico brasileño (Santos), con los del Pacífico en Chile (Antofagasta y Coquimbo), pasando por los pasos fronterizos de Sico (Salta), Jama (Jujuy), San Francisco (Catamarca) y Pircas Negras (La Rioja).
Fuente: Ministerio de Obras Públicas