(Opinión). El actor participó del programa y expuso su mirada crítica sobre la realidad nacional. En uno del los “informes” se trató el conflicto armado de Israel contra Irán, el mismo tenía una postura que no dejaba muy bien al gobierno israelí. Los conductores le preguntaron al invitado una opinión: su respuesta evadió el tema y terminó hablando de la corte suprema nacional.

Llama la atención que Romano, que siempre expone un mirada cuestionadora sobre el poder y su incidencia en la política internacional y que siempre es lúcido para denunciar injusticias, no haya tenido una sola palabra para condenar el genocidio de Israel en Gaza.

Como tampoco se lo ha escuchado en sus apariciones públicas denunciar las políticas de exterminio contra los palestinos que lleva adelante el Estado de Israel.

La ausencia de su posicionamiento -teniendo en cuenta su nivel intelectual y su nivel contestatario para otro temas- genera una incertidumbre: cuáles son sus intereses o para quien opera a Romano.

Raúl Espíndola