Mientras la Nación sigue recortando los fondos a las provincias y la coparticipación baja, en la provincia mesopotámica recrudecen las protestas.

Cuando no sepas qué hacer, armá un comité de crisis. Es uno de los axiomas de la política clásica, esa que el gobierno libertario tanto denosta y que sin embargo aplica con extremo conservadurismo. Y un Comité de Crisis (ese mismo que creó en el temporal de Bahía Blanca de fin de año o tras los bombardeos de Irán a Israel, sin resultados en ningún caso) es lo que justamente dispuso el Ejecutivo nacional en Misiones, donde recrudece una crisis por reclamos salariales y de condiciones laborales (con el temor de que se expanda a otras jurisdicciones si el ajuste persiste): primero fueron los docentes, que cortaron rutas y protestaron frente a la Legislatura; y ahora también los policías se acuartelaron.

El ajuste nacional empieza a mostrar sus consecuencias en los distritos y en el territorio. Tanto por el recorte de los fondos a las provincias como por la baja de la coparticipación (sumado a un menor consumo de la población). En Misiones empezaron los docentes y personal de la salud, y en las últimas horas aparecieron los efectivos policiales a reclamar algo similar: un 100% de aumento.

El epicentro es el edificio del Comando Radioeléctrico, en la Avenida Uruguay de Posadas. La arteria fue bloqueada por los trabajadores de la seguridad. El titular del Juzgado de Instrucción Seis, Ricardo Balor, junto con el director General de Seguridad y el fiscal Casals, se reunió con los efectivos de la fuerza para intentar mediar en el reclamo, asegurando que existe una orden de desalojo que trasladaron a Gendarmería.

Fuente: Tiempo Argentino / Guillermo Lavecchia