A partir de los decretos firmados recientemente el presidente puede decidir la intervención de las Fuerzas Armadas en un conflicto o problema de seguridad interior. Es decir, puede militarizar la protección de Vaca Muerta, los aeropuertos, la Plaza de Mayo o la Ciudad de Buenos Aires (como centro político y económico del país), los puertos.
Una vez más el gobierno avanzó en una reforma de fondo por decreto, que evita el Congreso y las discusiones políticas necesarias. El decreto 1107/2024 modifica las leyes de Defensa y de Seguridad Interior. Se trata de un nuevo intento por redefinir el rol de las Fuerzas Armadas en seguridad interior. En este caso, podrán estar afectadas a la defensa de “objetivos de valor estratégico”, cuya definición es vaga: “cualquier bien, instalación o conjunto de instalaciones fijas y las entidades materiales de vital importancia para el Estado nacional”.
Este decreto implica en la práctica que Patricia Bullrich tendría no solo el control de Seguridad sino también el de elementos militares.
Fuente: CELS – Centro de Estudios Legales y Sociales