Rusia celebra este lunes el 81 aniversario de la ruptura del asedio a Leningrado; mientras, en Polonia, tiene lugar la conmemoración del 80 aniversario de la liberación del mayor campo de exterminio nazi, Auschwitz, por el Ejército Rojo en 1945. Moscú no fue invitada a los actos en Polonia, que conmemoran las ocho décadas de la liberación de los prisioneros de Auschwitz por el Ejército Rojo. Para conmemorar el fin del asedio de la ciudad rusa, que tuvo lugar el 27 de enero de 1944, el presidente Vladímir Putin estuvo presente en el concierto de la Victoria de Leningrado y entregó a veteranos las medallas jubilares “80 años de Victoria en la Gran Guerra Patria de 1941-1945”.

En la celebración de Polonia figuraron representaciones gubernamentales de Alemania, nación que creó el campo de concentración de Auschwitz, o de Finlandia, que apoyó a Adolf Hitler en el asedio a la ciudad de Leningrado por dos años y medio.
“Siempre recordaremos que el pueblo soviético trajo vida, paz y libertad a la humanidad, y lo hizo como nación heroica a costa de un inmenso número de víctimas y pérdidas irreemplazables”, destacó Putin al dirigirse a los presentes.
Previamente, el jefe de Estado ruso había publicado un comunicado en el sitio web del Kremlin donde llamó la atención sobre los intentos de Occidente de reescribir la historia, ratificando que fue la entonces Unión Soviética la que liberó a los prisioneros de Auschwitz y protagonizó la victoria sobre la Alemania nazi.
“El Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto es una ocasión solemne de profundo significado moral y humanitario. En enero de 1945, el Ejército Rojo liberó el campo de concentración de Auschwitz, revelando al mundo la horrible verdad de las atrocidades cometidas por los nazis y sus colaboradores”, indicó.
Asimismo, afirmó que “los ciudadanos de Rusia son los descendientes y herederos directos de la generación victoriosa”.
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