Lo expresó Leo Bilanski, titular de la Asociación de Empresarios Nacionales Para el Desarrollo Argentino (ENAC) y agregó que esta empresa “no necesita ni cualitativa, ni cuantitativamente una ayuda económica; ni en pandemia, ni en guerra”.
En relación al programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) impuesto por el gobierno nacional, sobre el pago del 50% del sueldo a empresas, Leo Bilanski, en declaraciones a Radio La Plata (FM90.9) dijo que Techint Construcciones “recibió 10 mil ATP” y “es una empresa con sede en paraíso fiscal y que está entre las 500 más grandes de argentina”.
El gobierno nacional no discriminó las compañías a las que se las otorgó; algo que las pymes repudiaron enérgicamente: “Asistir a Techint, es equivalente a asistir a mil pymes que además están redistribuidas en el territorio de manera federal, por lo que se sostendría un poco el sistema económico interno, y no a empresas de un miserable que decide fugar dinero”, detalló Bilanski y agregó que estas compañías “no necesita ni cualitativa, ni cuantitativamente una ayuda económica; ni en pandemia, ni en guerra”.
Bilanski aclaró que la compañía de la que es CEO Carlos Eduardo Bacher, comprende a más de 500 trabajadores, siendo un total de 1.048, “con un salario promedio de 90 mil pesos. En una pyme el salario de 36 mil”, por lo que “la ATP, a una pyme le representa el 50% del ingreso pero en una gran empresa, parece que la ayuda de 17 mil no representa una gran magnitud; no ha condiciones de sentido común para otorgarle dicho beneficio”.
En este sentido el comité de evaluación de la ATP decidió en el día de ayer endurecer los requisitos y controles para las empresas que reciban ayuda estatal para pagar salarios de mayo no podrán recomprar sus acciones ni distribuir utilidades sin importar la cantidad de empleados que tengan y se evaluará la situación financiera de todas las firmas, más allá de sus ventas.
Sin embargo para el titular de Enac, las medidas paliativas tomadas por el gobierno nacional, “no alcanzan”. “En términos de recursos, los envía permanentemente a un pozo negro que es la crisis, que no tiene fin. Todo lo que se ponga parece que no se alcanza”.
Para concluir, Bilanski dejó en claro su postura, puntualizando que el problema no es culpa del presidente, Alberto Fernández, “pero cada 15 días y en cada tramo de cuarentena, hay que ajustar la sintonía fina para que no pasen esas cosas, para que las grandes empresas no se cuelen en los beneficios de las pymes”.
Fuente: Mundo Gremial