Desde hace meses el tema Vicentin es materia de análisis, estudios, investigaciones y opiniones diversas. Al respecto, es importante ahondar sobre algunos de esos puntos de debate.

Reproducimos la nota al dirigente de la Bancaria en el sitio: elcohetealaluna.com

En primer lugar, y para decir las cosas por su nombre, Vicentin es una empresa que decidió no hacerse cargo de pagar sus deudas luego de la derrota de Macri en las elecciones PASO y cuando Alberto Fernández se encaminaba a ser el Presidente de todos los argentinos.

El principal acreedor es el Banco de la Nación Argentina. Esto merece una segunda aclaración, los trabajadores del Banco de la Nación Argentina, independientemente de la jerarquía que ostenten en la estructura del Banco, han cumplido con toda la normativa vigente al momento de otorgar la asistencia crediticia. Prueba de ello es que el Directorio Político de la entidad se hizo cargo de tales decisiones, mediante la resolución de Directorio 15.266 del 05/12/19 . Por ende, menos de una semana antes del cambio de gobierno. Las responsabilidades son políticas y no administrativas, aunque algunos quieran equivocadamente cortar el hilo por lo más delgado que son los trabajadores.

En tercer lugar, y en este contexto, algunos medios impulsaron una convocatoria opositora para manifestarse en contra de la expropiación de la empresa Vicentin, aprovechando el simbolismo del Día de la bBandera. Esta manifestación se realizó:    en el marco de una pandemia que exige el aislamiento social y obligatorio, desafiando la justicia que sugieren defender;   saliendo a la calle en favor de un grupo económico, cuyo oligopolio interviene en la cadena (y por ende) en el precio de muchos alimentos y sobre todo, en cuándo y cómo liquidan los dólares producto de las exportaciones multimillonarias que realizan.

Llama la atención y resulta desopilante que en dicha manifestación se pidiera respeto por la justicia, respeto por la propiedad privada, respeto por el trabajo, respeto por la democracia, o por seguridad jurídica, etc., etc., etc…. Estos pedidos contradicen la realidad.

El pedido de justicia choca con una empresa como Vicentin, con serias sospechas sobre su accionar, investigada por maniobras de triangulación y fuga, y que exigió liquidaciones de granos a los productores hasta el día previo a declararse en cesación de pagos, que vendió esa soja pero no le pagó a nadie, que para finales de 2019 también vendió casi el 17% de la empresa más rentable (Renova, a Glencore) y no canceló deudas y que, a la par, pidió jugosos créditos que tampoco sirvieron para cancelar acreencias y poner en funcionamiento la empresa. El pedido de justicia sucede a la par de la arbitrariedad de defender a representantes del sector concentrado de la economía.

En las mismas proclamas se incluía el respeto a la propiedad privada. Sin embargo, nadie mencionó que es Vicentin el que viola la propiedad privada al no pagarles a los productores, a los bancos o a los otros acreedores. ¿O de quiénes son los bienes a proteger?

Adicionalmente, se pedía respeto por el trabajo. Pero nada se mencionó acerca de la cantidad de compatriotas que ven peligrar su trabajo por el accionar del directorio de la empresa. Para estos sectores, claramente perjudicados, seguridad jurídica es el Estado haciéndose cargo de la empresa, porque esto implica defender sus intereses y garantizar el pago a los productores que entregaron sus granos para la comercialización. Porque además, Vicentin genera inseguridad jurídica al no pagarles a los acreedores y organismos internacionales como la CFI (Banco Mundial) y provoca zozobra en los mercados en un momento crucial para el país como es la renegociación de la deuda externa.

A la par, y en materia de salud, esta manifestación pone en riesgo no solo a quienes participaron sino al conjunto de la sociedad, dado que violando la cuarentena también incumplían la justicia y arriesgan el esfuerzo de millones de argentinos que con esfuerzo e incluso hastío, actúan con responsabilidad y cumplen con el aislamiento obligatorio. ¿Qué dirían esos manifestantes si fueran los trabajadores los que estuvieran protestando en la calle porque pierden sus empleos, porque les rebajan sus salarios o porque no se los actualizan? ¿Qué dirían si los movimientos sociales salieran a la calle a manifestarse porque piden empleos o sencillamente comida?

A la vez, para aquellos que les “preocupa” tanto la continuidad de Vicentín, ¿por qué decidió poner tanta plata en aportes para una campaña electoral si su situación económica era deplorable? ¿Por qué eligieron dedicar casi 30 millones de pesos en campañas electorales del PRO antes que pagar a sus acreedores? ¿Por qué estando en situación normal de crédito decidió no pagar después del resultado de las PASO?

Finalmente, en la movilización mencionada también se clamaba por respeto por la democracia. Sin embargo, manifestantes de la misma agredieron a los trabajadores de C5N, a quienes manifiesto mi solidaridad, y pedían la destitución del Presidente votado democráticamente por los argentinos. El respeto a la democracia, ¿depende de los intereses y voluntad de sectores minoritarios?

Espero que cuando se levante el aislamiento obligatorio seamos millones en la calle los que salgamos a defender el patrimonio del Banco Nación, los que salgamos a defender el trabajo de miles de compatriotas rurales y no rurales que pierden su empleo porque una empresa decide no pagar, los que salgamos a defender que se respete la acreencia de cerealeros y productores afectados, porque eso significa defender realmente la propiedad privada. Todo esto sin caer en la provocación de sectores minoritarios que pretenden convertir el escenario descripto en una nueva 125, confundiendo a la sociedad.

Defender esos valores es defender la República y sus instituciones.

Se han escrito ríos de tinta y gastado horas de crónicas radiales y televisivas, pero quizás el resumen del reclamo de la marcha de los Vicentin Boys se encuentre en una estrofa de León Gieco: “Vos que le echas la culpa a bolivianos y peruanos / a los que cortan rutas o están sus tierras reclamando / no seas tan tarado, el que te jode está a tu lado. / Los diarios le dan tapa y la tele un buen horario / se sienta a cualquier mesa a negociar la sangre nueva»