Es en la ciudad de Buenos Aires. En el lugar que muestra la imagen sobrevivía Maia y su madre.
Y la realidad de Maia es igual o peor para miles de compatriotas que tiene la misma condena. Esto ocurre en la ciudad más rica de argentina, la que también tiene la villas miserias más grandes del país.
Y esta realidad no es consecuencia de ningún fatalismo, no es la falta de trabajo, ni la falta de educación, ni la mala dirigencia política, como varios análisis progresistas intentan imponer, para evadir la realidad.
Es el producto concreto del sistema imperante -con excepción de cortos períodos- en los últimos 70 años: El Neoliberalismo o en su versión más suavizada el Capitalismo.
El sistema que sólo provoca miseria, desgracia y exterminio.