Es incomprensible que el Presidente de la Nación declare que la prisión de Milagro Sala es injusta y no realice ninguna acción para liberarla. Tampoco interviene para que cese el hostigamiento policial contra la dirigente. Agentes de esa fuerza se encuentran dentro de la habitación donde está Milagro, fotografiando, filmando e impidiendo cualquier tipo de intimidad con su familia y con el personal médico que la atiende.

“Vengo a hacer público mi compromiso y a llamar la atención a la Argentina y al mundo de algo que está ocurriendo (…) que está afectando no solo la libertad de una persona sino su salud”, dijo Alberto Fernández al arribar a la clínica, declaró el presidente, casi como un comentarista.