Luiz Inácio Lula da Silva y Alberto Fernández coincidieron en la necesidad de profundizar la integración regional y reivindicar la experiencia de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), sepultada en 2019 por la confluencia de gobiernos neoliberales-conservadores.

“Dejamos que las ideologías nos dividieran” y “todos perdimos”, recordó el presidente de Brasil, anfitrión de una cumbre de mandatarios sudamericanos a quienes propuso “relanzar acciones concretas para el desarrollo sostenible, la paz y el bienestar de nuestras poblaciones”. El jefe de Estado argentino destacó que “Unasur no es un espacio ideológico sino de intereses comunes que debemos desarrollar y profundizar” y propuso a sus pares ser “artífices de nuestro destino”. Hacia el final del encuentro, los mandatarios emitieron un documento donde señalan que “la integración regional debe ser parte de las soluciones para afrontar los desafíos” y acordaron “establecer un grupo de contacto, encabezado por los cancilleres”, con el objetivo de evaluar “las experiencias de los mecanismos sudamericanos de integración y la elaboración de una hoja de ruta”. La nota discordante la protagonizó Luis Lacalle Pou, quien retiró a Uruguay del espacio regional en 2000. “Basta de instituciones”, renegó, y rechazó que se haya “construido una narrativa respecto a Venezuela”, como afirmó Lula al recibir al presidente Nicolás Maduro.

Lula convocó a la cumbre en el Palacio de Itamaraty luego de que Brasil decidiera volver a sumarse a la Unasur y como parte de los esfuerzos por recuperar la integración regional de principios de siglo encabezó junto con Néstor Kirchner y Hugo Chávez. También concurrieron Luis Arce (Bolivia), Gabriel Boric (Chile), Gustavo Petro (Colombia), Guillermo Lasso (Ecuador), Irfaan Ali (Guyana), Mario Abdo Benítez (Paraguay) y Chan Santokhi (Surinam). Dina Boluarte, que a falta de vicepresidente no puede salir de Perú, intervino a través de un video.

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