Lo hizo a través de un escrito en el cual enumera la parálisis de la causa y todas las irregularidades cometidas por la Policía de la Ciudad bajo el amparo del magistrado. Arshak Karhanyan, el policía del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, desaparecido en democracia tenía 28 años, vivía en Caballito, estudiaba ingeniería informática y era miembro de la Policía de la Ciudad. Fue visto por última vez el 24 de febrero de 2019 en un comercio donde compró una pala de punta, mientras estaba de franco.
La investigación acerca del paradero del joven Policía de la Ciudad sigue trunca y está a cargo de la misma la fuerza sospechada de estar implicada. La familia espera lograr la carátula de desaparición forzada para que pase al fuero federal.
Frente a la falta de avances en la investigación por la desaparición del policía de la Ciudad Arshak Karhanyan, la Secretaría de Derechos Humanos –querellante en la causa– solicitó este lunes el apartamiento del juez Alberto Baños al afirmar que “resulta evidente que la instrucción está a cargo de un juez que no tiene intenciones de conducir la investigación hacia la búsqueda de la verdad y eso no puede ser aceptado”.
En su largo escrito, la Secretaría enumeró una a una las irregularidades cometidas por la Policía de la Ciudad desde el inicio de la investigación, todas ellas apañadas por el magistrado, quien nunca aceptó apartar a esa fuerza de la instrucción, pese a los pedidos expresos de la querella y lo que indica el Código Procesal Penal de la Nación.
Desde los días inmediatos a la desaparición de Arshak, la Policía de la Ciudad perdió imágenes de cámaras de seguridad, omitió informar de otras, resguardó cámaras de un día distinto al solicitado, arruinó la información de un teléfono celular de Arshak, entre otras acciones que se detallan en el escrito.
Además, el magistrado jamás quiso citar como imputado al policía Leonel Herba, quien es la última persona que conversó con Arshak, cuya imagen quedó registrada en un video en donde al joven desaparecido se lo ve preocupado cuando su compañero le hace escuchar un audio. Luego, se incorporaron audios de la pareja de Herba, en los cuales habla de que el policía “hace desaparecer gente”.
Durante este año, la querella de la Secretaría de Derechos Humanos le viene solicitando al juez Baños que oficie a todas las fiscalías y juzgados de la Ciudad de Buenos Aires y la provincia para que informen las causas abiertas que tienen con personas fallecidas sin identificar iniciadas tras la desaparición de Arshak. Pese a que muchos juzgados y fiscalías remitieron información, el juez se niega a sistematizar los datos y armar un plan de trabajo para su cotejo con la información genética de Arshak Este estancamiento contrasta con la insistencia del juez en citar testigos cuya relevancia para el desarrollo de la investigación resulta intrascendente.
Finalmente, la Secretaría de Derechos Humanos también menciona el hecho de que la madre de Arshak le pidió formalmente una audiencia al juez, que fue rechazada, en flagrante violación a la Ley de Víctimas, que dispone que la víctima tiene derecho a “ser informada verbalmente sobre el estado del proceso y la situación del imputado”.
Vale destacar que el fiscal de la causa ya había solicitado previamente el apartamiento del juez, lo que había sido rechazado. Luego de eso, Baños le quitó la investigación y la asumió él mismo, para sumirla en la parálisis.
Ahora, la querella busca que el juez Baños se aparte de la investigación y que sea otro magistrado el que asuma, a los fines de avanzar con las pruebas pendientes y con el impulso que permita determinar qué pasó con Arshak y quiénes y por qué lo desaparecieron.
Fuente: Secretaría de Derechos Humanos de la Nación