El dominio argentino del ciclo de combustible nuclear fue el eje de un encuentro en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Desde la exploración de materias primas hasta la producción de combustibles nucleares fueron algunos de los temas tratados en la XX° reunión del Ciclo de Combustible Nuclear. Durante cuatro jornadas, se analizaron todos los aspectos involucrados en la fabricación de este insumo clave para el funcionamiento de las centrales nucleares y los reactores de investigación.

La Gerencia de Área Ciclo del Combustible Nuclear (GACCN) de la Comisión Nacional de Energía Atómica realizó la XX° reunión del ciclo de Combustible Nuclear. Durante cuatro jornadas, que se realizaron del 21 al 24 de noviembre, participaron todas las áreas involucradas, desde la exploración de materias primas hasta la producción de combustibles nucleares, insumo fundamental para el funcionamiento de las centrales de potencia y los reactores de investigación.

“Fue el encuentro número XX, pero a su vez fue el primero en el que participaron todas las áreas del ciclo de combustible, a partir de la reorganización que se realizó en la CNEA. Estuvieron desde la exploración y minería hasta la separación isotópica y la producción de materias primas, pasando por el enriquecimiento”, explicó Federico Kaufmann, el gerente de la GACCN.

Durante cuatro jornadas hubo 67 charlas, entre ellas una ofrecida por la presidenta de la CNEA, Adriana Serquis, quien hizo un balance de la gestión en el tema y explicó cómo funciona la nueva estructura del área. Por su parte, el vicepresidente del organismo, Diego Hurtado, se refirió a la Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación.

También hubo charlas sobre los avances en vainas para combustibles; proyectos de exploración, producción y demanda de uranio a nivel mundial; formación de recursos humanos; ingeniería y fabricación de pastillas de combustible para el reactor CAREM, y el futuro Laboratorio de Estudio de Materiales Irradiados (LEMI), que formará parte del complejo del reactor RA-10, entre muchos otros temas.

El encuentro sirvió para coordinar el trabajo de todas las áreas y promover la interacción entre ellas, así como para analizar posibles trabajos en conjunto. Estuvieron representantes de diferentes laboratorios, que detallaron sus distintas capacidades. También participaron las regionales de la CNEA (Centro, Cuyo, Noroeste y Patagonia), que expusieron acerca de sus proyectos de exploración.

Los objetivos alcanzados

La Gerencia de Área Ciclo del Combustible Nuclear también repasó cuáles fueron los principales objetivos alcanzados. Entre otros, se destacaron los siguientes:

Fueron retomadas las actividades de exploración en tareas de superficies y actualización de parámetros ambientales en el norte de Santa Cruz, a través de la firma de un acuerdo con la empresa minera Fomicruz S.E. para Meseta Sirven.

Se continuaron las actividades de remediación para el Proyecto Sierra Pintada, avanzando en la gestión de pasivos y la puesta a punto de la planta de tratamiento. Este esfuerzo fue coordinado con la Dirección de Minería, el Departamento de Irrigación, la Dirección de Ambiente de la Provincia de Mendoza y la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria – UNCuyo.

Con equipamiento y personal de la CNEA, se prestó el servicio de perforaciones en exploración con alta performance técnica y ambiental para el Proyecto Hierro Indio en la provincia de Mendoza, retomando la actividad minera metalífera luego de 15 años.

Se exportaron blancos de irradiación para el reactor Opal ubicado en Australia. Los mismos son utilizados para la obtención de radioisótopos de uso medicinal (Mo99).

Se fabricaron los elementos combustibles de prueba para la puesta en marcha en frío del reactor RA 10 y se inició la fabricación de los elementos combustibles del núcleo de arranque.

Se suscribió un contrato con Nucleoeléctrica Argentina S.A. para implementar un cambio en los combustibles de la Central Nuclear Atucha II que permitirá una importante reducción en los costos de generación eléctrica.

Se brindó asistencia técnica para la simulación del comportamiento de un combustible nuclear bajo irradiación mediante el código DIONISIO 3.1, tecnología desarrollada en la CNEA.

Por primera vez se sintetizó en el país la sal LiPF6 (hexafluorfosfato de litio), un insumo clave para los electrolitos de las baterías de litio. El objetivo a mediano plazo es hacerlo a nivel industrial en el Complejo Tecnológico Pilcaniyeu.

El Departamento de Tecnología de Aleaciones de Circonio obtuvo el premio al desarrollo tecnológico innovador de la Física aplicada a la industria otorgado por la Asociación Física Argentina por la fabricación de tubos de presión para la Central Nuclear de Embalse. Gracias a este logro se abrió el mercado de exportación de estos componentes.

Fuente: Comisión Nacional de Energía Atómica