Como en toda esta última etapa Cristina no habla de política, de política de fondo, no propone. No baja línea sobre cuál debe ser el camino del peronismo. Que se hará con la deuda, con los jubilados, con las empresas de servicios públicos que tiene de rehenes a toda la población, con las privatizadas. No dice su propuesta para resolver la interna.

Nada dice tampoco, sobre el ataque al gobernador Kicillof, que ella misma impulsa junto a la Cámpora y a su hijo Máxino Kirnchner. Pide debate, y desde que asumió el PJ, no generó una sola acción en esa dirección. Tiene un serio problema para entender la realidad concreta de hoy. Sólo analiza la economía para polemizar con Milei.

Así no se construye. Cuando más rápido asumamos que Cristina ya fue, tendremos espacio para construir una alternativa con reales posibilidades.

Raúl Espíndola